Desde hace miles de años, los juegos de mesa han sido una forma de entretenimiento y educación para chicos y grandes.
A través de ellos, se estrechan lazos, se obtienen nuevos aprendizajes y permiten pasar más tiempo en familia; conoce algunos de sus beneficios.
Entrenamiento cognitivo
Permite que los niños pongan en práctica el razonamiento, la capacidad de tomar decisiones, crear estrategias, hacer cálculos mentales, aprender nuevo vocabulario, resolver problemas, memorizar, observar y usar la imaginación, según el desarrollo del juego.
Gestión de emociones
Al jugar se experimentan un sinfín de emociones, desde alegría al ganar hasta frustración ante la derrota; es importante no privar a los niños de lo que sienten y dejar que gestionen sus emociones, por ejemplo, al esperar su turno o cuando les toca participar.
Habilidades sociales
Pasar tiempo en familia o con los amigos mientras juegan, ayuda al desarrollo de las habilidades sociales de los niños, entre ellas aprender a escuchar, empatizar, comunicarse y reforzar los vínculos afectivos.
Mejora psicomotriz
Para los niños más pequeños supone un gran avance lanzar dados o mover piezas de colores; estar atentos y ser rápidos los ayuda a mejorar su coordinación mano-ojo.
+ beneficios
- Ayudan al desarrollo de sus capacidades motoras, mentales y sensoriales
- Mejoran su autoestima y confianza
- Descubren la importancia del trabajo en equipo
- Enseñan a cumplir normas de convivencia
- Aumentan su nivel de tolerancia a la frustración y les enseñan a ser pacientes
- Según su edad, aprenden los números, palabras y asocian ideas o conceptos
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