“Cuando Apple me pidió que hiciera el vídeo musical, me mostré muy reacio: pensé que los meses siguientes serían mucho más divertidos si esa complicada tarea fuera problema de otro, y yo pudiera ser como cualquier otro fan de los Beatles, disfrutando de la expectación de la víspera de Navidad a medida que se acercaba el lanzamiento de una nueva canción y un vídeo musical de los Beatles”, dice Jackson.
Y en verdad que el video resultó emotivo, la tecnología adaptada en sí a toda la producción resultó incomparable.
Durante los 4:35 minutos que dura, Peter no hace un recorrido visual por ciertas facetas históricas de John y George, anteponiéndolas en el estudio de grabación cuando Paul y Ringo la grabaron.
Esta última entrega de la historia discográfica de los Beatles supone el cierre del círculo que abarca toda la historia de la mejor agrupación de rock del siglo 20.