Difícil situación la que vive un gran número de niños y adolescentes en Juárez.
Deserción escolar, embarazo adolescente, delincuencia juvenil, etcétera. Situaciones que entre otras aquejan a la juventud. Pero qué se le puede pedir a este sector de la población, cuando sus mentores no predican con el ejemplo, cuando ven los liderazgos religiosos o políticos sumergidos en abusos, corrupción o delincuencia como el ejemplo a seguir.
Según “México social”. nuestro Estado y el de Guerrero en el año 2019, encabezaban las estadísticas como las entidades con mayores embarazos en menores de 19 años. Para octubre del 2020 Chihuahua ya estaba en tercer lugar.
Qué decir de la delincuencia juvenil, de sobra es sabido que por las situaciones diversas que atraviesa el país, la delincuencia organizada y desorganizada acecha a la juventud. El fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación, espacios de cultura y violencia familiar, son algunos de los factores que llevan a la adolescencia a delinquir.
En efecto, se pudiera manifestar que la niñez y adolescencia son un sector de la población en que el Estado debe emprender políticas públicas, líneas de acción y leyes que prevengan, protejan y restituyan derechos de este sector.
Pero de igual forma no todo es tarea del Estado, gran parte de lo aprendido está en las cuatro paredes del hogar, el papá que violenta a la mamá o viceversa, el consumo de drogas, de alcohol como hábito familiar, mamá y papá que buscan sustituir la atención y amor a los hijos por cosas materiales, papá ausente, otorga una pensión alimenticia a medias o en ocasiones ni a medias, nula convivencia con los hijos. Familiares directos o indirectos, coludidos en el crimen.
Todo esto entre otros, son factores que de alguna manera influyen en el pensar de la adolescencia que a la par lo llevan a realizar acciones ilícitas como modelo aprendido en casa. Es momento de buscar una auténtica articulación entre sociedad y Gobierno, a efecto de una mejor atención y protección a este grupo.
Dotar de oportunidades a este sector desde las escuelas, para que se interesen más por el deporte, cultura, etcétera. Motivar desde el hogar, como un buen principio será siempre predicando con el ejemplo, saber escuchar de lo que adolecen. Luego entonces dentro de las políticas públicas a emprender por el Estado trabajar en modelo de prevención en todas sus letras, así como en la recuperación de espacios en diferentes sectores de los municipios del Estado.
Bien lo expresaba Pitágoras: “educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres.”
*César Juárez es Doctor en Derecho Judicial
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