Auguste Villiers de L’Isle Adam (Saint Brieuc, Francia, 1838-París, 1889) fue un escritor de poesía, teatro y narrativa, y un duque que procedía de una familia adinerada afectada por la Revolución francesa. Tuvo una estrecha relación con escritores importantes de su época como Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé y Théophile Gautier, por mencionar algunos. Entre sus obras más conocidas están Isis (1862), La Eva futura (1886), Axël (1890) y, por supuesto, Cuentos crueles (1883), libro del cual hablaré hoy.
Villiers de L’Isle Adam estuvo influenciado por el simbolismo, como era común en la época y en Francia, y en ese mismo sentido estuvo muy ligado al esoterismo, tan es así que estuvo cerca del espiritismo y el ocultismo que se dejan ver en sus obras. En esta edición de Cuentos crueles tuve una sorpresa nada grata porque se duplica parte del contenido y al último cuento le falta una parte. Sin embargo, al adentrarse en las páginas de esta compilación, nos encontramos con relatos que tienen un halo romántico, como en “El duque de Portland”, en que narra la historia de un personaje famoso que poco a poco se ve recluido en una fortaleza y nadie sabie lo que sucede, alrededor hay historias de aparecidos, pero hasta el final se desvela el misterio que se siembra cuando la reina de Inglaterra recibe una carta de este duque y luego de leerla la echa al fuego.
Otro cuento interesante es “La impaciencia de la multitud”, en que se narra la historia de un pueblo que está resguardado detrás de una ciudad fortificada, esperando noticias de su ejército que se fue a enfrentar a una potencia. Poco a poco nos damos cuenta como lectores que se trata de los 300 espartanos que fueron a pelear contra el imperio persa. No les contaré el desenlace, pero este texto hace recordar a Borges en esos intentos por delinear muy bien un ambiente antiguo como en “El inmortal”, por ejemplo.
Un cuento más que me gustaría destacar es “Los bandidos”, en el cual se relata una historia de dos grupos de bandidos que surgen a partir de los rumores que corren luego de que un hombre contara una historia fantasiosa producto del susto que se llevó al regresar de otro pueblo. Creo que, si no han leído a este estupendo autor, van a disfrutar leyéndolo en estos días en que empieza a cambiar el clima y se antoja quedarse en casa.
*Los comentarios del autor son responsabilidad suya y no necesariamente reflejan la visión del medio.