La comunidad de la Escuela Fuerza Educativa México, ha requerido de sistemas de sobreprotección que garanticen la seguridad de su alumnado, debido a que desde 2018 recibe anualmente hasta 50 choques contras sus instalaciones.
Sus directivos no han dejado de insistirle al Municipio que protejan a los usuarios de la avenida Francisco Villarreal Torres, donde tienen su domicilio, ya que esa zona es blanco de constantes choques, y su barda perimetral es la que sufre las consecuencias.
En lo que va del presente 2025, las instalaciones del plantel han sido impactadas hasta dos veces por semana.
El Municipio, a través del Departamento de Ingeniería de Seguridad Vial, instaló el año pasado señalamientos de límites de velocidad y reductores de velocidad, pero el sostenido índice de siniestralidad sugiere que estas acciones no han sido suficientes, expuso Germán Vásquez Mendoza, director de la institución educativa.
Pero el educador comentó que, aún con las medidas de seguridad con que opera la escuela, ubicada sobre la Francisco Villarreal Torres y Camino Viejo a San José, entre Juárez Porvenir y Ejército Nacional, su deber es incrementar al máximo la seguridad de su comunidad escolar, aunque también están preocupados por los automovilistas y los peatones que están expuestos al constante peligro que se tiene en el sector.
Tanto para entrar como para salir de la Escuela Fuerza Educativa México, su movilidad ocurre dentro de sus propias instalaciones, incluso desde vialidades públicas secundarias que no interfieren con la transitada Francisco Villarreal Torres.



Daños cuantiosos
Resistentes rejas de malla de alambre los protegen de los constantes incidentes del exterior, con apoyo de bolardos o postes parachoques que instalaron en la orilla de la banqueta para frenar a los automóviles que pierden el control y se impactan contra sus instalaciones.
El director recordó que, durante los ocho años de existencia, ningún miembro de su comunidad ha resultado lesionado, pero muchos automovilistas resultan heridos y la suma de los daños son cuantiosos para ellos y para la escuela.
Hasta el momento, ninguno de los choques ha derivado en fatalidades, tampoco ha habido peatones atropellados, aunque el peligro es latente porque el frente de la escuela es un corredor peatonal para los usuarios del Paradero Sendero, de la Ruta Troncal Manuel Gómez Morín.
“Nosotros no podemos dejar de sentirnos preocupados también por los usuarios de la vía pública”, dijo Vásquez.

Trampa mortal en la Francisco Villareal
El director del plantel informó que la gran mayoría de los choques contra sus instalaciones son a causa del exceso de velocidad con que conducen los automovilistas.
Detalló que, en condiciones de alto aforo y velocidad, como son las horas pico, el tramo de la Villarreal Torres, entre Ejército Nacional y Gómez Morín, se convierte en una “trampa mortal”.
Esta sección de alta siniestralidad ocurre en ambos cuerpos de la vialidad principal, pues de acuerdo con Vásquez, se debe a las sinuosas curvas que se forman al bajar del Puente Francisco Villarreal Torres.
Mientras que del lado oriente, donde se encuentra la escuela, se junta la principal arteria con una salida a la derecha sobre un carril que metros adelante se corta y el automovilista tiene que maniobrar rápidamente para mantenerse en el fujo vial.
Vásquez explicó que en este punto ocurren muchos de los choques, de tal manera que en los carriles de la lateral derecha, en circulación de sur a norte, los vehículos que vienen a exceso velocidad desde la Ejército Nacional, en la curva a la altura del OXXO, pierden el control y se impactan contra la malla.
Un enrejado que está en permanente construcción
Como sucedió en el último incidente registrado apenas el pasado miércoles 30 de abril, cuando una camioneta arrancó el poste protector de acero y termino incrustada en la malla.
Mediante un recorrido, se pudo identificar que varias secciones de la malla de alambre grueso y sus postes tienen diferentes tonos de blanco y otras aún tienen las huellas frescas de soldadura, debido a sus constantes reparaciones.
“Es un enrejado nuevo que nunca terminamos de construir porque constantemente lo tenemos que estar sustituyendo”, comentó.
De la misma manera se pudo apreciar el avanzado estado de deterioro en que se encuentran los reductores de velocidad de la lateral derecha y la escasa señalización de límites de velocidad de 30 kilómetros, reglamentada para zonas escolares.
La señalización de los carriles es inexistente, poniendo aún más en riesgo la seguridad de los usuarios, tanto peatones como automovilistas.
Vásquez comentó que continuarán con sus gestiones para que el Municipio tome las medidas que adecuadas para garantizar la integridad y el derecho humano de las personas a transitar de manera segura, con la participación de la comunidad del plantel educativo.
“Por nuestra parte, continuaremos con el seguimiento a nuestras gestiones ante las autoridades, y aunque podemos advertir algunos avances, es importante que resolvamos todos juntos los grandes pendientes para la seguridad de todos, no solamente para bien de la comunidad académicas que representamos”, comentó el directivo.
