Rubi-Rose, Payton-Jane y Porscha-Mae Hopkins, tres trillizas nacidas en Reino Unido han roto el récord Guinness, por ser las bebés más livianas y prematuras del mundo.
Sus padres Michaela White y Jason Hopkins indicaron al libro Guinness World Records, que sus hijas nacieron a las 22 semanas, el Día de San Valentín en 2021, en el Southmead Hospital de Bristol y pesaron un total de 2 lb y 13 oz (1284 g), peso que también los convirtió en las trillizas más livianas del mundo.
Michaela y Jason dijeron que sus hijas habían “venido a pasos agigantados” desde entonces.
La fecha estimada de parto era el 15 de junio de 2021.
Tras su nacimiento prematuro, las trillizas permanecieron en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales durante varios meses debido a su llegada anticipada, sin embargo, fueron dadas de alta en julio de 2021.
“Desde que salieron del hospital. Acaban de brotar y su salud está mejorando», dijo White, de 32 años.
Michaela White señaló que vivió un evento traumático, ya que, no pudo ver a sus hijas cuando nacieron debido a que fueron colocadas rápidamente en incubadoras donde las envolvieron con polietileno para que actuaran como un útero y regularan su temperatura corporal.
De acuerdo con BBC news, las primeras 72 horas de vida de las bebés fueron las más críticas y cada una tuvo que respirar de forma independiente durante 10 segundos antes de que los médicos pudieran intervenir para proporcionarles oxígeno.
“La travesía de la UCIN por sí sola, cualquier padre que haya pasado por ella, ya sea que hayan sido dos días o, como nosotros estuvimos 216 días, es una de las travesías más difíciles por las que pasará”, dijo Hopkins.
Las tres niñas nacieron con parálisis cerebral y tienen condiciones de por vida que afectan su movimiento y coordinación.
Asimismo, Hopkins dijo que la experiencia de ver a sus hijas en la UCIN fue «muy difícil», pero agradeció al personal médico por todo lo que hicieron y continuaron haciendo por sus hijas de dos años.
La pareja también tiene dos hijos mayores y reconoció que era difícil encontrar tiempo para ellos mismos porque la vida era “maníaca”, pero dijeron que habían aprendido a «apoyarse el uno en el otro» para salir adelante.