Por segunda semana consecutiva, un grupo de estudiantes de la Universidad de Sonora, así como organizaciones sindicales y religiosas, tomaron la tribuna del Congreso del Estado, donde celebraron la sesión del «Congreso Popular».
En realidad eran más de los 33 legisladores que conforman el Congreso estatal, pero los estudiantes tomaron la sesión con seriedad, en la cual abordaron durante más de dos horas temas diversos como la condena al Gobierno federal por el caso Ayotzinapa, la «casa blanca» de Angélica Rivera o una nueva ley para la Universidad de Sonora.
Como lo acordaron una semana atrás, los grupos que se autonombraron como «Congreso Popular» realizaron un mitin afuera del edificio del Congreso, donde líderes sindicales de la Unison lanzaron discursos ante jóvenes, algunos de ellos con el rostro cubierto.
La marcha principal, como la semana pasada, fue por el caso Ayotzinapa, para exigir la aparición de los 43 estudiantes normalistas.
Sin embargo, el Congreso Popular agregó nuevos temas, como la «casa blanca», y por unanimidad aprobaron exigir que ésta sea expropiada en beneficio de los padres de los estudiantes de Ayotzinapa.
Con la sala de sesiones llena de estudiantes, líderes sindicales, mantas y pancartas se acordó elaborar una nueva ley para la Universidad de Sonora que contemple el pase automático de estudiantes de preparatoria al nivel de licenciatura e ingenierías, limitado únicamente por el cupo de la Unison.
Debido a las fiestas navideñas, los integrantes acordaron reunirse para una tercera sesión el jueves 5 de febrero, Día de la Constitución.