Toda la majestuosidad de varias de las especies animales de África puede apreciarse en un campirano rincón de El Sauzal, a las afueras de Ciudad Juárez.
Discreto, sin mucha publicidad, en el Centro Recreativo San Jorge, conocido por sus albercas con muchos años de tradición, allá donde inicia del Valle de Juárez, se ubica el único zoológico de la ciudad que alberga 300 ejemplares de 70 especies de muy distintas latitudes.
Hay en su interior una gran presencia de África con tres imponentes leonas y un macho, dos familias de zebras de cuatro integrantes cada una, una elefanta de cinco toneladas, una familia de tres hipopótamos, hembra y macho con su cría, además de una pareja de leopardos.
De manera temporal, otra leona joven está bajo su resguardo, canalizada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), mientras se define su situación jurídica, luego de un aseguramiento.
Es Bruno, el chimpancé, el consentido
En el San Jorge, también impresionan los primates africanos, como el mandril Nicolás y el chimpancé Bruno, sin duda el consentido del zoológico por parte de encargados y visitantes. De unos 20 años de edad ya tiene ocho en San Jorge, donde se pasea en un gran jardín al interior de su jaula de cristales blindados.
Como muchos de los animales ahora bajo cuidado humano, Bruno llegó al zoológico proveniente de un circo, cuando la nueva legislación consideró como maltrato animal su presentación en ese tipo de espectáculos.
El zoológico San Jorge administrado por la familia Silva, de gran arraigo en el Ejido El Sauzal, nació por el impulso de doña María Villafuerte, hace 15 años. Desde entonces ha recibido donaciones particulares y traspasos de otros zoológicos por sobrepoblación, con el aval de la autoridad federal, además de nutrirse de los circos que cesaron sus espectáculos animales y de los aseguramientos que realiza la Profepa.
Dentro de los primates con lo que cuenta el zoológico, también destaca una familia de papiones o babuinos. Un macho, dos hembras y dos juguetonas crías.
Curiosos ante las visitas, al cristal de otro más de los espacios acondicionados, se acercan los pequeños monos araña, con movimientos y ademanes muy parecidos a los humanos.
Nuevo hogar de grandes mamíferos
En un corral a cielo abierto descansan dos búfalos de la India, vecinos de dos grandes camellos de Arabia.
De la India también destaca una pareja de tigres que Norte Digital no pudo captar en su visita, porque eran sometidos a revisión rutinaria del equipo de veterinarios que atiende el zoológico. Además, una elefanta comparte patio con su familiar africana.
El San Jorge cuenta incluso con área de hospital y quirófano para los animales bajo su resguardo.
Otros grandes mamíferos destacan en el recorrido guiado que para Norte Digital proporcionó su encargado, Arturo Silva, quien compartió la información aquí publicada.
Hay dos bisontes americanos. También un joven oso negro que puede encontrarse en las sierras chihuahuenses.
Entre los felinos no podía faltar el jaguar mexicano. El San Jorge cuenta con una pareja de entre cuatro y cinco años de edad. Además, hay tres linces y una pantera negra.
Tiene de todo un poco en cuanto a reptiles, aves y mamíferos. Iguanas, tortugas y hasta cuatro cocodrilos de Morelet o cocodrilos mexicanos.
En el origen del zoológico que inició doña María hay pavorreales de distintos colores y faisanes, patos, águilas, guajolotes, avestruces, loros, guacamayas y gallinas.
Además, venados, borregos cimarrones, mapaches, zorros, llamas, jabalíes y alpacas.
Buscan resguardo, reproducción y recreación
Arturo Silva explicó que en el zoológico se cumplen tres objetivos. El primero es el resguardo en espacios óptimos para lo animales para cuidar su salud y su vida.
El segundo es la reproducción para garantizar las continuidad o sobrevivencia de las especies y el tercero es la recreación.
“La recreación es ver con nuestros propios ojos, lo que tanto nos gusta. Y como todos sabemos, no hay un solo niño al que no le gusten los animales”, expresó Silva.
Recordó que durante la emergencia por la pandemia de Covid-19, se tuvo que lanzar un llamado de auxilio a la población en general para que apoyara a la manutención de los animales.
“Nos quedamos sinceramente asombrados. Creíamos que no existía, pero sí existe la sociedad ‘animalitaria‘ en Ciudad Juárez. Tuvimos una respuesta increíble”, destacó.
Dijo que diariamente, familias enteras se acercaron a las instalaciones del zoológico y a los centros de acopio a contribuir con alimentos de forma abundante.
“Pues gracias a esa respuesta, el zoológico siguió adelante y va a seguir adelante gracias a esta gran comunidad juarense”, añadió el encargado.
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