En las entrañas de la Plaza de Armas, frente a la Misión y Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, hay un tesoro histórico, que fue enterrado por la indolencia del Gobierno en turno, que no supo darle el valor que merecía.
Se trata de la Piedra de la Fundación de la Ciudad, sí, una simple roca si se le quiere ver de tal manera, pero que significaba mucho más, ya que se trataba de un homenaje a los hombres y mujeres que con su trabajo, cimentaron esta región fronteriza.
La piedra en cuestión, de una altura cercana a los dos metros y de gran tonelaje, fue colocada durante la administración del presidente municipal Antonio J. Bermúdez, como un homenaje para conmemorar la fundación de la ciudad, de ahí su nombre de Piedra de la Fundación.
Sepultan la historia
La roca, según relatos históricos, fue extraída de la piedrera que se localizaba en lo que hoy se conoce como la colonia Hermenegildo Galeana, ubicada al poniente de la ciudad.
Se cuenta que para su traslado, se utilizó la fuerza humana, recurriendo a los presos que se encontraban en la cárcel en aquel entonces.
La piedra contaba con una placa, que al parecer fue robada un año antes de que la piedra fuera retirada, debido a remodelaciones de la plaza.
La placa contenía la siguiente leyenda: “Se coloca esta lápida en memoria de Fray García de San Francisco, quien el 8 de Dic de 1659 estableció la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe, considerándose este hecho como la fundación de la Villa de Paso del Norte. H. Ayuntamiento de Ciudad Juarez, Chih. 8 de diciembre de 1942”.
La piedra era un referente para los juarenses y turistas que visitaron entre los años de 1942 y 1980 a nuestra ciudad. En redes sociales pueden encontrarse fotografías de gente posando junto a ella.
Sin embargo, durante la Administración del alcalde José Reyes Estrada, se realizaron trabajos de remodelación de la Plaza de Armas, en los que el concepto de la misma tendría un giro radical, con la colocación de fuentes y una explanada.
Ante la imposibilidad de moverla, debido a su peso, las autoridades optaron por enterrarla el 21 de octubre de 1980.
Así quedó la constancia al día siguiente, el 22 de octubre de 1980, en el desaparecido periódico El Fronterizo, donde en una fotonota se sepultó un capítulo de la historia juarense: “En este sitio de la Plaza de Armas actualmente en construcción, quedó definitivamente enterrada la piedra que ostentaba la placa conmemorativa del Año de Juárez. Muchos ciudadanos fronterizos presenciaron el acto, ayer por la mañana.”
Al tratarse de un episodio importante de nuestra comunidad, han surgido voces entre aficionados y amantes de la historia local, para promover su rescate.
Quizás entre los principales precursores de su recuperación, se encuentra el grupo de Facebook, El Juárez de Ayer, donde se ha solicitado, desde hace algunos años, a las autoridades, sin éxito aún, su restitución. Entre tanto, los juarenses deberán permanecer a la espera de algún Gobierno municipal, que más que con palabras, demuestre con hechos su amor por Juárez y logre recuperar este capítulo de la historia de nuestra ciudad que fue sepultado.