Hace poco más de tres semanas que el estado de Washington, Estados Unidos, aprobó convertir el cuerpo humano en composta, cuando los interesados hayan muerto.
De esa forma los difuntos podrán convertirse en abono para los jardines y los cultivos.
La iniciativa fue presentada por el Senado y está a la espera de contar con la firma del gobernador de ese estado, Jay Inslee.
El proceso para la descomposición de lo cuerpos es de aproximadamente 30 días, hasta que el cadáver se convierte en abono natural, utilizando una buena cantidad de bacterias para acelerar la degradación.
Para lograrlo se le añaden al cuerpo humano astillas de madera y otros ingredientes biodegradables, situación que provoca que microbios y bacterias termofílicas, a las que les gusta el calor, aceleren la descomposición
Este proceso ocurre en una temperatura cercana a los 55 grados centígrados que es capaz de acabar con bacterias responsables de contagio de enfermedades.
Es así como los habitantes de ese estado podrían tener una nueva alternativa a las cremaciones y los entierros.
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