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Septiembre que no se inunde, que no me tiemble

Habitantes de la Ciudad de México han luchado contra los fenómenos naturales desde siempre, septiembre es un mes que duele mucho a la capital del país.

Por Redacción | Norte Digital | 10:31 am 20 septiembre, 2022

Históricamente el mes de septiembre ha sido terrible para la Ciudad de México, temblores e inundaciones le han costado vidas y daños materias incuantificables a los capitalinos.
México mágico, el espíritu de lucha y resiliencia de los mexicanos se ha forjado a través de la historia, pues eventos catastróficos han curtido el carácter de todo nuestro pueblo.

La conquista, el mestizaje, el choque de culturas, guerras, invasiones, fenómenos naturales y los males modernos de la corrupción (en todos los niveles de gobierno, partidos politicos e instituciones) han sido parte de nuestra idiosincrasia.
Los infames temblores que han sacudido la urbe capitalina es un tema fresco en el colectivo, apenas ayer lunes 19 de septiembre, fecha que nos duele a todos los mexicanos o a la gran mayoría volvió temblar. Hace unos años (2017) en la misma fecha ocurrió lo mismo y como olvidar aquel año de 1985 cuando toda la gente se preparaba para recibir la Copa Mundial de 1986.


Pero esto no es todo. Quien no conoce la historia de México, no conoce México, Dicen que somos una raza de bronce, pero creo que estamos hechos de algo mucho más fuerte, resistente y flexible. Porque a pesar de todo esos males y maldiciones, seguimos de pie, Ahora vamos a conocer un acontecimiento que dejó a la hermosa Ciudad de México inundada por casi cinco años y esto ocurrió en 1629.


La inundación de la Ciudad de México en 1629 fue un evento ocurrido a partir del 21 de septiembre de ese año, causada por una fuerte lluvia que duró aproximadamente 40 horas y resultó en la inundación total de la ciudad. El nivel del agua alcanzó un poco más de dos metros y la ciudad permaneció inundada durante cinco años, desde septiembre de 1629 hasta 1634. De las 20,000 familias de españoles que había en esos momentos en la ciudad, solo permanecieron 400. El virrey Rodrigo Pacheco y Osorio, III Marqués de Cerralbo, implementó varias medidas no solo para aliviar la situación sino para evitar que más personas dejaran la ciudad.

Tenochtitlan
El virrey Rodrigo Pacheco y Osorio

Antecedentes
Tenochtitlan fue fundada en la parte más baja de la cuenca de México por lo que su ubicación geográfica ha sido siempre la principal causa de su vulnerabilidad. Al verse enfrentados a recurrentes inundaciones, los mexicas desarrollaron sistemas para controlar la subida de las aguas como muros de contención y acueductos. Con los sistemas implementados fueron capaces no solo de abastecerse de agua limpia para su consumo, sino que también pudieron evitar las inundaciones.
Los españoles, a pesar de conocer los problemas de hundimiento de suelo existentes en Tenochtitlan, decidieron establecer ahí la capital de la Nueva España por razones políticas. Sumado a la ubicación geográfica, hubo otros cambios que resultaron en la subida del nivel de las aguas: cambios medioambientales, deforestación y la expansión de cultivos que resultó en la erosión de la tierra. Todo esto contribuyó a que la ciudad se inundara en varias ocasiones.

Línea del tiempo
1555: se presentó una inundación y los españoles construyeron un muro llamado Albarradón de San Lázaro.

1604: fue la inundación más grande que se había presentado desde la caída de Tenochtitlán. Se dijo que el Albarradón de San Lázaro no pudo contener el agua ya que sus materiales fueron saqueados durante mucho tiempo y estaba destruido.

1607: subió el nivel del agua del río Azcapotzalco y se inundó la ciudad. La inundación fue agravada por lluvias muy fuertes que ocurrieron los días siguientes.
Después de estos sucesos, se aprobó la construcción del Tajo de Nochistongo para sacar el agua de la ciudad. El túnel tendría una longitud de 6,600 metros, ancho de 3.50 y altura de 4.50 metros.

1629: el 21 de septiembre, una fuerte lluvia, que llamaron “el diluvio de San Mateo”, se prolongó aproximadamente durante 40 horas y derrumbó el tajo de Nochistongo. La ciudad quedó bajo el agua que alcanzó un nivel superior a dos metros.


Inundación de 1629
Cuando la lluvia empezó, Enrico Martínez le aconsejó al virrey Rodrigo Pacheco y Osorio cerrar la salida del desagüe de Huehuetoca, que estaba en construcción, para evitar que se destruyera. Cuando el virrey se dio cuenta de que esto solo estaba evitando que el agua saliera, ordenó destapar el desagüe, pero era demasiado tarde. La ciudad quedó bajo el agua, muchas casas se derrumbaron, otras estaban inundadas y sus habitantes solo podían estar en el segundo piso.


Las condiciones insalubres, la carestía y enfermedad que siguieron a la inundación causaron la muerte de aproximadamente 30,000 personas en los siguientes años. La inundación también provocó que muchas personas emigraran de la ciudad y, en su mayoría, se asentaran en la ciudad de Puebla. El virrey quiso evitar que más personas se fueran y tomó varias medidas para brindar a las personas confianza y tranquilidad en que la situación mejoraría.


Medidas del Marqués de Cerralbo
El virrey convocó una junta para decidir qué medidas se tomarían. Se decidió pedir un préstamo de 6,000 pesos que se destinarían a comprar y distribuir comida diariamente en los barrios más afectados. También se vendería comida a las personas que podían pagarla pero no tenían como transportarse.
Se construyeron una especie de puentes de madera para que fuera posible cruzar de un edificio a otro.

También se usaron canoas para transportarse dentro de la ciudad. Para evitar que más casas se derrumbaran, se ordenó que cada propietario de una casa construyera una especie de barda, pegada a su pared para evitar que los cimientos se debilitaran. Las medidas tomadas para aliviar la situación no eran suficientes, también era necesario sacar el agua de la ciudad. Para ello, el virrey ordenó que continuara la construcción del desagüe de Huehuetoca, el cual después de ser abierto quedó dañado por el agua.

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