Desde el inicio de su construcción la mole de concreto fue objeto de múltiples quejas y cuestionamientos al dejar reducidos al mínimo los dos carriles libres de la principal arteria de la ciudad.
La curva de San Lorenzo quedó al fin liberada el pasado fin de semana, luego de una inversión de casi cuatro millones de pesos que sumados a los casi cinco millones de pesos que costó la construcción del muro y que representó un gasto total e innecesario desde su origen, de casi nueve millones de pesos.