Imagine una ciudad donde la comunidad empresarial une esfuerzos por traer a la más grande cantante de ópera, e incluso es tal su afán por alcanzar su meta que se dan a la tarea de construir en un tiempo récord un teatro para que esta se presente.
No se trata de un lugar lejano ni de una novela de ciencia ficción, sino de este terruño cuando se hacía llamar Paso del Norte.
Fue en el siglo XIX cuando los acaudalados de ese entonces consiguieron traer a la soprano mexicana Ángela Peralta, en la que sería su última gira y que dio pie a la construcción de un teatro que por décadas fue el recinto cultural de Ciudad Juárez.
El Teatro Juárez
En su libro “Historia de Ciudad Juárez”, el cronista juarense Armando B. Chávez narraba que el 15 de septiembre de 1903 se colocó la primera piedra de lo que sería el Teatro Juárez, un suntuoso y elegante escenario, digno de presentaciones de alto nivel, además de ser el primero en su tipo en esta ciudad.
Ese espacio, según narra el historiador en ese mismo texto, “se inauguró con la eximia cantante potosina Ángela Peralta y por él desfilaron los mejores compañías de su tiempo”.
Sin embargo, en un error, tal vez involuntario, Chávez no precisó un detalle, la fecha de la inauguración del teatro, como tal, se dio en 1905 y Ángela Peralta, conocida como “El Ruiseñor mexicano” falleció 22 años antes, en 1883.
Improvisada construcción
La realidad es que Peralta sí se llegó a presentar en Juárez, pero no en el fastuoso teatro, sino en un improvisada construcción de madera, en la que por varias noches deleitó a la frontera en los que posiblemente hayan sido los últimos conciertos que ofreció la diva antes de morir de peste amarilla, aclara el investigador Rutilio García Pereyra.
La presentación de Ángela Peralta ocurrió en noviembre de 1882, después de que varios personajes de la región, entre ellos don Espiridión Provencio, le hicieran una invitación a la cantante, quien visitaría el estado para ofrecer conciertos en las ciudades de Chihuahua y Parral.
La diva
La historia de la soprano es contada también en el libro “Una ventana al pasado”, de Abelardo Escobar Prieto y Héctor Daniel Olave Arreola, en el que el primero recopila las memorias de sus antepasados, entre ellos los hermanos Rómulo y Numa Escobar, fundadores de la Escuela Superior de Agricultura.
En el texto se describe que Peralta, quien para el momento de la invitación se encontraba en Nueva York, recibió invitaciones tanto de Paso del Norte (Ciudad Juárez) como de Franklin (El Paso), para ofrecer sus recitales.
La voz de Peralta, cuyo nombre verdadero era María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta y Castera, fue reconocida en su época por la tesitura de su voz, lo que le llevó a presentarse en grandes teatros del continente europeo en ciudades como Milán, Turín, Lisboa, Alejandría, Génova, Nápoles, San Petersburgo, Madrid y Barcelona.
La diva, inspirada por el sentimiento patriótico, se decidió a aceptar la invitación de los juarenses; sin embargo, a diferencia de la vecina ciudad, aquí se carecía de un teatro para llevar a cabo sus presentaciones.
Fue por eso que en una labor maratónica se construyó un inmueble de madera, en los terrenos de la familia Provencio, un jacalón al que se le llamó Teatro Juárez.
Las memorias de Abelardo Escobar
En las memorias de don Abelardo Escobar Villalba menciona de esta manera a la cantante de ópera: “Mis recuerdos de aquella mujer gorda y fea son muy bien definidos. Estuvo en mi casa en La Playa y sentada en una de las ventanas de la sala, se deleitó viendo la luna entre el follaje de los grandes álamos que existían al otro lado del camino frente a mi casa, desde la propiedad de los Buchanan hasta el terreno de don Gabino Varela. Recuerdo un sombrero, dizque muy elegante, con una gran pluma blanca de avestruz que le obsequió a mi mamá. Recuerdo que ella fue madrina de mi hermana Cornelia, muerta por difteria pocos años después”.
García Pereyra, describe en su ensayo “El teatro y las corridas de toros: Entretenimientos públicos decentes en una época indecente”, incluido en el libro “Ciudad Juárez, la nombradía varia”, que Ángela Peralta se presentó durante 15 noches consecutivas en esta ciudad, con llenos a reventar.
Salida y muerte
Después partió hacia el interior del estado, para nuevamente regresar a esta frontera y tomar el recién inaugurado Ferrocarril Central Mexicano.
Meses después, el 30 de agosto de 1883, Ángela Peralta murió en la ciudad de Mazatlán, junto a gran parte de su compañía artística, víctima de la peste amarilla.
Sus restos reposan desde el 22 de abril de 1937 en la Rotonda de las Personas Ilustres.
En cuanto al Teatro Juárez, el jacalón de madera fue derribado a principios de siglo para erigir el Teatro Juárez, un espacio a todo lujo que operó en esta ciudad hasta 1927, cuando un incendio lo destruyó, y por la falta de visión de las autoridades en turno optaron por derribarlo, acabando con otro episodio de la historia juarense.
Hay una deuda histórica con las mujeres de Juárez: Sheinbaum
El Sistema Nacional de Cuidados, es la estrategia en la que se trabaja en conjunto con el IMSS y el DIF, para el apoyo a las mujeres, siendo las juarenses, las primeras en recibirlo
Por Mauricio Rodríguez
La hora marcada
#CiudadJuárez #Escuelas #Secundaria8347 #Sec47 #NorteDigital #HacemosPeriodismo #NorteDeCiudadJuárez
Por Teófilo Alvarado
¿Adiós a las inundaciones en el paso desnivel de la Insurgentes?
Presenta personal Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua dos proyectos para mejorar drenaje pluvial en Juárez, uno de ellos en la citada laguna pluvial
Por Mauricio Rodríguez
Gobernadora asegura que los juarenses son prioridad en su gobierno
Campos Galván destacó que Ciudad Juárez es el municipio que más dinero le ha invertido su gobierno y resaltó obras en transporte público, estancias infantiles, agua potable y drenaje
Por José Estrada