Una de las tradiciones más antiguas en el mundo es la Rosca de Reyes, una deliciosa creación culinaria que reúne a las familias alrededor de la mesa cada 6 de enero.
De origen europeo, esta comenzó a ser parte de la gastronomía de México durante los primeros años de la época del Virreinato; adquirida de la cultura romana por parte de la iglesia cristiana.
Su objetivo era recordar la revelación de Jesús a los Reyes de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes le ofrecieron regalos como el oro, mirra e incienso.
La costumbre de partir la rosca empezó en el siglo XIV en Francia y después se extendió a otros puntos de Europa y América. Y de acuerdo a la tradición, quien encuentra la figura del niño Dios, se convierte en su padrino y debe invitar los tamales a todos los presentes el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Su significado
- La Rosca de Reyes representa la corona de los tres Reyes Magos.
- Su forma ovalada es símbolo del amor de Dios que no tiene principio ni fin.
- Las frutas secas como los higos, cerezas y ate simulan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos, las cuales significan paz, amor y felicidad.
- Las tiras de azúcar simbolizan los puntos cardinales.
- Las figuras del niño Dios escondidas en la masa, significan cuando María y José escondieron a Jesús del malvado Herodes.
3 bebidas para acompañarla
Chocolate: Una espumosa taza de la llamada ‘bebida de los dioses’ va perfecto con una rebanada de rosca tradicional.
Atole: La variedad de sabores y rellenos de roscas puede combinarse perfectamente con esta bebida. Experimenta con sabores como guayaba, cajeta y los clásicos vainilla, chocolate o fresa.
Champurrado: Una de las preparaciones típicas del atole, elaborada a base de masa de maíz con chocolate oscuro y agua con un toque de vainilla. Ideal para una rosca rellena de crema o con notas almendradas.
¿Sabías que…?
El calificativo de ‘magos’ se les da a Melchor, Gaspar y Baltasar porque en Medio Oriente así se les decía a las personas sabias.