Por el robo de 395 tapas de alcantarilla la Junta Municipal de Agua y Saneamiento enfrentó pérdidas de hasta 5 millones de pesos, aunado al riesgo que enfrentan los ciudadanos
Por Luis Carlos Ortega | 30 agosto, 2022
Era apenas la mitad de la jornada cuando los estudiantes del turno matutino de la Secundaria Técnica 47, recibieron con beneplácito la noticia de que, debido al aviso de una nueva tormenta en menos de una hora, se cancelaban las clases.
Contra el protocolo acostumbrado los padres de Carmen no fueron avisados de esta decisión, por lo cual la jovencita, que no había llevado su celular ese día, decidió caminar a casa las cinco cuadras que la separaban de su hogar.
Era un día de finales de verano de 2016. La fuerte lluvia registrada durante la madrugada había anegado por completo varias calles de los alrededores, por lo que había que dar un gran rodeo para sortearlas.
Carmen decidió cruzar directamente por la avenida Valentín Fuentes, que justo en el crucero de Benemérito de las Américas, estaba convertida en ese momento en una enorme laguna. Con paso apresurado cruzó hasta el camellón, cuidando que no se acercara ningún auto, antes de atravesar el resto de la vialidad.
No supo en qué momento exacto fue cuando uno de sus pasos encontró el vacío, haciéndola descender bruscamente hasta quedar atorada, con más de la mitad de su cuerpo hundido en el agua, y sin posibilidad de moverse de la trampa en que sintió haber caído.
Una persona que pasaba por la acera en ese instante le ayudo a salir no sin cierta dificultad para desatorar su cuerpo –con el uniforme totalmente mojado y con algunos raspones en sus piernas¬– de lo que luego supo, era una alcantarilla abierta que alguno de los habitantes del sector había destapado para hacer que el agua se fuera más pronto.
De no ser por la mochila que llevaba colgada a su espalda, que impidió su caída dentro del colector del drenaje, Carmen –hoy egresada de la preparatoria– habría formado parte de las estadísticas de personas fallecidas por ahogamiento dentro del sistema de drenaje, gracias a una práctica muy extendida en esta ciudad: la de destapar y dejar abiertas las alcantarillas para desaguar una calle anegada, o para robarse la tapadera y venderla como fierro viejo.
¿Negocio o delito? 5 mdp en pérdidas
El robo de tapaderas de alcantarilla es hoy en día una práctica muy extendida, que cada año representa un gran dolor de cabeza y pérdidas millonarias para la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de Ciudad Juárez.
Solo en 2021, la paraestatal tuvo una pérdida de más de 5 millones de pesos por este tipo de ilícito, según datos del área de Comunicación Social de la JMAS, con más de 392 reportes contabilizados, además de gran cantidad de alcantarillas abiertas arbitrariamente, siempre por manos desconocidas.
Respecto al presente año a la fecha, la estimación hasta mediados de agosto era de 236 alcantarillas sin tapa debidamente ubicadas, de acuerdo a reportes del Centro de Atención Telefónica (Sistema CAT) de la JMAS.
Además del gran riesgo que esta práctica representa tanto para los ciudadanos de a pie, como para automovilistas, ciclistas y motociclistas que tienen la mala fortuna de caer en una alcantarilla sin tapa, otro de los grandes problemas que enfrenta la JMAS es la afectación que sufre la infraestructura sanitaria.
El colapso del sistema de drenaje
De acuerdo al ingeniero Adelaido Leos Rodríguez, jefe del Departamento de Alcantarillado de la JMAS, el levantar la tapa de la alcantarilla hace que el agua pluvial se vaya directo al registro, arrastrando basura y elementos finos que fuerzan al sistema a trabajar de forma mixta y al cien por ciento de capacidad, generando un problema mayúsculo en su operación.
Comenta que esa corriente cargada de material de arrastre, incluyendo “finos” que actúan como abrasivos, al ir a dar a los lugares donde el colector está cerca de llegar “o ya llegó” al término de su vida útil, hacen que este termine por colapsar.
Es entonces cuando vienen los hundimientos, viene el problema con condiciones (a veces) fatales que la verdad no quisiéramos volver a repetir”, señala.
Al ser cuestionado sobre las dimensiones del problema de robo de tapas de alcantarilla en la ciudad, manifiesta que es muy relativo ya que solo representa el .006 por ciento el total de la red de drenaje, lo cual parece poco si no se toma en cuenta la afectación subterránea que una sola alcantarilla abierta es capaz de generar.
“Hablamos de que son 4 mil 800 kilómetros de red sanitaria, si esto lo dividiéramos entre cien metros que es la equidistancia que tenemos entre alcantarilla y alcantarilla, nos da que tenemos 48 mil piezas, contra solo menos de 300 abiertas y con reporte de robo. Pero en realidad hablamos de un gran problema por la basura, finos y todo tipo de desechos que va a dar a la red, sobre todo cuando estos finos hacen su función como abrasivo y van a dar al sistema de tratamiento de las plantas que tenemos tanto en Anapra como en planta Norte, que es la que corresponde a la zona baja”, afirma.
Ladrones de tapas
Otro problema que provoca esta práctica, es que al saturar el sistema, provoca que las descargas lanzadas al drenaje, al no encontrar espacios de desfogue, terminan por regresar a los domicilios, muchas veces inundando el interior de las viviendas con aguas negras.
Tiene claro que la razón o una de las razones principales por las cuales se da el robo de tapas de alcantarilla, es principalmente la intención de venderlas “al kilo” como fierro viejo.
Incluso en diciembre del año pasado, a través del departamento jurídico de la Junta, bajo la dirección de Jesús Moreno, la paraestatal presentó ya una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado, quedando registrada con el número Caso Único: 37917/2021, en la Unidad Especializada de Robo.
Para ello se hizo entrega de fotografías y videos que dan fe del modus operandi de los ladrones de tapas. A la fecha la JMAS no tiene conocimiento del estatus real de esta denuncia, porque la investigación está en proceso.
En las imágenes se ve llegar una camioneta blanca, sin logotipos, de la que descienden varios sujetos con uniforme similar al usado por los empleados de la JMAS, igualmente sin logos, que se dirigen a una alcantarilla para levantar la tapa, y proceder a llevársela.
La gente consciente o inconscientemente las levanta en temporada de lluvias para que se vaya el agua frente a su colonia, frente a su calle, y muchas veces ya no tiene la precaución de volverla a instalar o reportar de que se instale, se reponga o se repare; y muchas de las ocasiones se ha visto también que la gente las vandaliza para comercializarla, las hacen pedazos y van y las ofrecen al mejor postor, las venden por kilo como fierro viejo”, afirma Leos Rodríguez.
Nuevas tapas, nuevos materiales
Como una forma de desalentar el robo de tapas de alcantarilla, la JMAS está optando por colocar tapas elaboradas a base de materiales alternos como el policoncreto, y el polietileno de alta densidad prensado.
Esto a decir del jefe del Departamento de Alcantarillado de la JMAS, quien advierte que ya se está llevando a la práctica la colocación de tapas elaboradas con estos materiales, una vez que demostraron tener la capacidad y resistencia necesarias en pruebas llevadas a cabo por el Laboratorio de Materiales de la UACJ, a cargo de la M.I.C. Edira Villalobos.
Destacó que estas tapas deben tener la característica de soportar un peso mínimo de 19 a 20 toneladas para que puedan cumplir con la normativa AASHTO, para camiones Quinta Rueda o camiones muy pesados, además de tener cierta flexibilidad que debe estar dentro del orden de los ochocientos a mil 200 kilogramos.
La instrucción es que tengamos la apertura a materiales alternativos que nos permitan dejar de usar las (tapas) tradicionales de fierro fundido por los problemas que ya hemos venido repitiendo. Como opción en el mercado hemos encontrado que las opciones son de policoncreto y de polietileno de alta densidad prensado”.
Según el funcionario, entre abril y mayo del presente año se empezaron a hacer estudios de mercado que llevaron a decidir la adquisición en junio de las primeras tapas, a las que se les adjuntó la ficha técnica respectiva. A la fecha, una vez realizadas las pruebas por parte de la UACJ, se ha adquirido un primer stock de 410 piezas, algunas de las cuales se han estado usando ya para reemplazar tapas faltantes.
Se llegó el ansiado reemplazo
“Una vez que se pudo corroborar su resistencia con instancias como la UACJ para proceder a instalarlas lo hemos estado haciendo. Sin embargo, quero ser sincero en este aspecto; estamos instalándolas en puntos diversos, y entre ellos las arterias de primer nivel o de tráfico pesado, precisamente para corroborar la característica que indica la ficha técnica, y que tiene resistencia al alto tráfico”, especificó.
Esto es debido a que, si bien estos materiales han demostrado ser muy buenos en diversas ciudades del sur del país, en el caso de Ciudad Juárez, donde las condiciones climáticas son extremas, es importante ver el nivel de contracción lineal que estos materiales presentan con los cambios de temperatura.
“Aquí las condiciones son totalmente diferentes por el clima que tenemos, las altas temperaturas, la contracción lineal o la expansión de los materiales, incluido el policoncreto y el polietileno de alta densidad son tales, que debemos evitar que el brocal se amarre con el marco y nos provoque ahí un problema de operación”, indicó.
Leos considera que el uso de estas tapas de material alternativo puede coadyuvar a eliminar el problema, pero siempre y cuando la ciudadanía pueda ser concientizada de los riesgos para la ciudadanía, y los problemas que se generan en la red cuando las tapaderas son retiradas con la intención de robarlas, o para hacer que el agua pluvial desaparezca de una calle inundada.
“Tenemos una gran área de oportunidad concientizando a la ciudadanía, también con la colaboración del Municipio en la pavimentación de las calles en donde no exista el pavimento, porque ese es un gran problema que nos genera, el que una calle no tenga pavimento y que no haya tapa; son muchas situaciones las que convergen para poder solucionar de fondo este problema”, dijo.
Atendiendo los reportes: la estrategia de sustitución
Afirmó que a la fecha se está cruzando la información captada por el CAT con la otorgada por el Municipio, en cuanto a la cantidad de alcantarillas sin tapa existentes en la ciudad, para dar atención puntual a los reportes.
“Tenemos la indicación de nuestros directivos de ir reemplazando los reportes que tenemos a priori cruzando la información que tenemos del Municipio, sin embargo, nos queda claro que la gente sigue levantando las tapas, sigue generando los reportes, y sigue generándonos problemas, porque el problema no solo es que se vaya el agua, sino que se regresa el agua a los domicilios, y entonces sí tenemos una situación que a nadie nos conviene con las aguas negras”, aseveró.
Reconoció que la inversión será fuerte pero necesaria, y que esta se dará en base a un proceso licitatorio que en su momento se dará a conocer a los medios, según comentó.
“Sin embargo, para salir del apuro y la urgencia, se han hecho unas órdenes de compra urgentes para poder adquirir estos nuevos productos”, afirmó.
La estrategia de sustitución de las tapas de alcantarilla se dará en tres etapas, la primera de las cuales consistirá en atender los reportes de tapas faltantes tomando en cuenta tanto el orden en que han ido y vayan llegando al sistema CAT, como la importancia del punto o crucero en que esto ocurra.
“No es exclusivo de una zona, es conforme estén los reportes distribuidos en toda la mancha urbana. Tenemos arterias de alto tráfico, sobre todo para evitar algún accidente, tanto a los automovilistas como a los peatones; hay que cuidar la integridad física de la gente en todo momento, y por ahí los que nos puedan generar que se involucre el agua de lluvia al sistema sanitario”, externó.
Hay que reportar al 073
Invitó a la gente a reportar cualquier situación que detecte referente a una alcantarilla sin tapa, o a alguna persona o grupo de personas que estén robando estos implementos.
“Pueden hacer un reporte al 073 desde su teléfono de casa o desde su móvil; se toma el reporte, se toma la ubicación geoposicionando el punto donde se nos indicó que esté faltando la tapa, y se programa para ir, en la medida de lo posible, a reemplazar la tapa para dejar debidamente sellada esa alcantarilla”, puntualizó.
También se refirió a la diferenciación que es necesario hacer cuando se trata de un registro a cargo de la JMAS, o cuando corresponde a otras instancias como la CFE, Gas Natural o Telmex.
No todas corresponden a la JMAS, ni todas son de agua potable ni todas de alcantarillado; hay unas rejillas que se llaman pluviales también, son de tamaño diferente a las que comúnmente la JMAS utiliza. ¿En qué varían? En su forma, tamaño, peso, y muchas veces hasta en los materiales. Normalmente todas son de fierro fundido hasta la fecha, pero hay algunas otras que son de Telmex, de Gas Natural del Norte o de alguna otra dependencia que son de diferente tipo y diferente material”, destacó.
En este sentido comentó que las tapas de alcantarilla o para el sistema sanitario son redondas, de fierro fundido y normalmente de dos tamaños: unas de 24 pulgadas y otras de 36 pulgadas, para colectores grandes.
“Estas otras las podemos ver en vialidades de tráfico pesado como el Juan Pablo II, Ejército Nacional, etcétera. Y las tapas de fierro fundido que son para cajas de operación de válvulas que son de 50 por 50 centímetros, que son para la operación de las válvulas en agua potable”, comentó.
¡No levante la alcantarilla!
Insistió en recomendar que la gente no levante la (tapa de) alcantarilla, dejando en cambio que el agua corra hacia la parte baja, sobre todo en lugares donde existen rejillas pluviales ya previamente conectadas.
“Curiosamente levantan la (tapa de) alcantarilla y está la rejilla (pluvial) a un lado conectada. Aún así la gente levanta la (tapa de) alcantarilla. ¿Por qué? Pues porque ven agua y quieren que se vaya rápido el agua, porque pues les estorba, es un charco frente a su casa, frente a su colonia”, externó.
Al tiempo que señaló que el agua tiene su tiempo para desalojarse, insistió en pedir a la gente a no permitir que el problema de su calle se transmita a su predio, a su casa y a la casa de sus vecinos, pues al levantar la tapa de la alcantarilla van a provocar que se vaya a taponear el sistema.
“Es importante que la gente entienda eso de una buena vez, el problema que tienen en su colonia lo van a generar hacia el interior de su domicilio al levantar la alcantarilla porque se va a taponar el sistema y no va a tener oportunidad de desalojarse el agua”, indicó, al tiempo que insistió en invitar a la gente a reportar toda anomalía relacionada con el sistema de drenaje.
“Es importante insistir en que la gente no levante las (tapas de) alcantarilla. Si ve un hundimiento, si ve una alcantarilla que esté destapada, que llame al 073 para nosotros tomar la acción correspondiente y oportuna como ustedes se lo merecen. Muchas gracias”, concluyó.