Cubriendo las 24 horas al día, 51 oficiales del Cuerpo de Rescate atienden diariamente 20 emergencias y casi 7 mil en un año
Hugo Chávez | 13 junio, 2025
Con 48 años en funcionamiento, el Departamento de Rescate del Municipio es una garantía total de que los juarenses que requieran auxilio médico de emergencia, lo recibirán llamando al 911, ya sean enfermos, accidentados, heridos de bala, arma blanca o lesionados de otro tipo.
Con 8 ambulancias y 51 rescatistas trabajando 24 horas al día, capacitados como Técnicos Médicos Superiores Universitarios de Rescate por parte de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez, además de diversos diplomados, los oficiales de Rescate atienden cerca de 20 emergencias al día y más de 6 mil 800 al año.
Sin embargo y a pesar de tener como premio la satisfacción y el orgullo de ayudar al prójimo, los elementos de Rescate deben en ocasiones enfrentar situaciones adversas y de riesgo a su integridad, como fue durante el caso del coche-bomba que estalló en el centro de Juárez durante la ola negra de asesinatos y ejecuciones que se dio en esta ciudad del 2008 al 2012, cuando tres de ellos se vieron seriamente afectados.

CASI 7 MIL EMERGENCIAS ATENDIDAS EN 1 AÑO
El comandante Juan Francisco González dirige el Departamento de Rescate, que pertenece a la Dirección General de Protección Civil del Municipio de Juárez, dice que fue fundado el 18 de marzo de 1977.
A la fecha, cuentan con ocho ambulancias y 51 elementos que trabajan en los tres turnos.
“La función que tenemos es cubrir las emergencias de la ciudad las 24 horas del día”, informa.
“Se atienden emergencias como enfermos, lesionados, atropellos, lesiones por agresiones como por arma blanca, accidentes con múltiples víctimas. En la temporada invernal se habilitan los refugios temporales. En tiempos de calor extremo, trabajamos los puntos de hidratación para apoyar y mitigar en lugares concurridos como es el centro o la cruzada del puente internacional Santa Fe a las horas pico”, agrega.
Menciona que se trata de una atención prehospitalaria que se brinda a la ciudadanía, la primera atención médica que recibe la persona en situación de emergencia, ya sea en el domicilio o en la vía pública, para luego trasladarlos a hospitales del IMSS o el Issste si están afiliados, al Hospital General o a la institución médica que indique la persona.
“Los servicios atendidos al año oscilan entre 6 mil 800 y 7 mil, que son choques, atropellos, lesiones por arma blanca o por agresión, personas enfermas, embarazadas, migrantes y otras diversas situaciones que se dan en los domicilios o en la vía pública”, dice González, quien tiene en el puesto 24 de los 48 años que tiene operando el Departamento de Rescate Municipal.


LOS FINES DE SEMANA SON DE ACCIDENTES… Y RIESGOS
De los 20 casos aproximados que se presentan por día, menciona que entre semana son mayormente de personas enfermas que llaman al 911, mientras que de jueves a domingo, se dan más accidentes y agresiones con arma blanca o de fuego.
Recuerda que el 17 de marzo del 2020 el elemento de Rescate Adán Estrada resultó herido de bala al intervenir en un traslado de heridos y mientras conducía hacia un hospital.
Afortunadamente los agresores se retiraron al no poder detener la ambulancia para rematar a los heridos, dice.
Agrega que el rescatista Estrada actualmente ya se encuentra pensionado.
Rescate cuenta además con unidades todo terreno, un equipo que llaman Tiburón, con el cual, dice, apoyan en tiempos de mucha movilidad de migrantes en el desierto o el bordo del río, así como en la búsqueda de personas que hacen deporte extremo o les gusta el senderismo y lo practican en los cerros y montes de la región y llegan a extraviarse.
Como una de las actividades extraordinarias del Departamento de Rescate, recuerda el incidente del coche-bomba del 2010, cuando tres de sus compañeros resultaron seriamente lesionados.
“Una de ellas ya se jubiló y otro más tuvo que ser pensionado debido a las lesiones, y hoy en día el tercero sigue trabajando con nosotros”, dice el comandante González.


CUANDO LA VOCACIÓN POR SERVIR ES MÁS FUERTE
“Aparecemos cuando se da la desgracia entre las personas. Somos una parte vital para resguardar la vida de las personas. El hecho de estar en servicio conlleva la responsabilidad de estar preparándose constantemente y trabajando con la vida de las personas. Por eso la importancia de este trabajo”, expresa Felipe Manuel Caldera Rivera, quien tiene 45 años de edad y 20 de servicio trabajando como rescatista. Hoy es Capitán Primero de Rescate.
Para ser paramédico de Rescate, tuvo que capacitarse como Técnico en Atención Médica Hospitalaria, con algunos diplomados de Protección Civil Nacional.
El 15 de julio del 2010 y en medio de la crisis de violencia extrema que vivió Juárez, recuerda, él se encontraba laborando cuando le notificaron de un siniestro que después llegó a conocerse como el ataque del carro-bomba.
“Son 15 años ya. Estábamos cubriendo un turno y al hacer el cambio de turno nos dirigimos a la estación donde se hacen labores administrativas, y en el camino nos topamos con que nos abordaron para llevar apoyo al cruce de Bolivia y 16 de Septiembre. Al llegar atendimos una emergencia y mientras lo hacíamos, se da un estallido y resultamos lesionados… poco después fuimos atendidos por otros compañeros y transportados a recibir atención médica”, recuerda.
En total, fueron tres los rescatistas lesionados y que como resultado de la explosión también resultó muerto el doctor Guillermo Collazo, que estaba en el lugar y se acercó al auto que momentos después estalló con objeto de atender a los pasajeros, dice.
“Tuve lesiones en columna, tuve lesiones en los oídos, dislocación en la mandíbula. Estuve en terapias, estuve en cirugía, y hoy ya estamos laborando. Por cuestiones de cirugías y demás, fue un año y dos meses de incapacidad, y en terapia y lo demás alrededor de dos años lo que tardé en volver a tener un nivel aceptable en las audiometrías y la mejora en las lesiones que tuve”, confió el paramédico.


Fue cuestionado enseguida si sentía temor o inseguridad para seguir realizando su labor diaria en favor de los demás.
“Al principio, como todo, hay un temor, miedo obviamente, por la situación, el estrés de las lesiones en el cuerpo, sin embargo, mi deseo de servir, mi vocación de servicio, mi preparación y mi vida me llevó a continuar laborando hasta hoy”, comparte.
“Al salir a trabajar todos los días, cuento con el apoyo de mi esposa y toda mi familia. Es un gusto para todos saber que estamos al servicio de los demás… es muy útil el estar en servicio. Es un honor para mí también saber que cuento con el respaldo y el apoyo de mi familia. Hablar de temores, hablar de miedos, pues todo mundo los tiene al salir a realizar su trabajo, sobre todo cuando trabajas en alto riesgo. No es la primera vez que ocurre a un servidor público. La familia es consciente de ello y hay apoyo total hacia mi persona, y eso me hace sentir seguro y motivado”, agrega.
Igualmente fuerte, dice, es el apoyo que le brindan sus compañeros de trabajo, amigos y la comunidad en general.
“Hay un gran compañerismo. Cuento con todos los recursos y el apoyo por parte de mis jefes para estar en servicio, y es algo que agradezco porque me siento realizado y haciendo mi trabajo. Si no fuera así, me hubiera retirado hace mucho tiempo. Me siento totalmente protegido por parte de mis superiores. Me siento bien, y prueba de eso es que sigo laborando hasta el día de hoy”, comparte el rescatista de 42 años.
Enseguida, manda un mensaje a todas las personas que alguna vez pudieran requerir de su apoyo y trabajo.
“Personas que nos ha tocado atender han mostrado su agradecimiento. Es gratificante para cada uno de nosotros el saber que es bien recibido nuestro trabajo. Para nosotros es confortante saber que las personas están saliendo adelante de sus lesiones, que están bien. Todos queremos salir adelante en nuestros trabajos o en nuestras casas, y es un descanso saber que hay paz, que hay tranquilidad y armonía, que estamos bien, vivos y con salud”, agrega el servidor público.




