A través de cuidados de salud mental, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) busca evitar que sus elementos incurran en crisis que puedan derivar en atentados contra otras personas o contra sí mismos, debido al estrés que les genera su actividad laboral.
La realidad es que los agentes diariamente salen de su casa y no saben si van a regresar, lo cual les genera un efecto psicológico que puede llegar incluso al suicidio.
Ante este fenómeno fue que se creó la Unidad Mixta de Defensa Legal y Atención Psicológica para Policías y sus Familias, cuya directora es Victoria Barraza Echeverría.
Juárez, a la vanguardia
En entrevista con Norte Digital, la funcionaria explica que el Gobierno municipal de Juárez es el único del país que tiene como obligatorio, brindar atención a la salud mental de sus policías preventivos desde el mes de abril de 2022.
“Es un precedente que se fija en la ciudad y que no existe en toda la República, que se obligue a sus elementos como requisito de permanencia”, externa.
Señala que los elementos que se nieguen a recibir la atención, pueden ser separados incluso de su cargo.
“Es cierto que están sujetos a una percepción ciudadana de una imagen no muy positiva, lo cual es cierto, pero también es cierto que no tenían ningún soporte, no habían tenido programas para despresurizar todas las cargas que ellos manejan”, indica.
La funcionaria agrega que “la salud mental no es un lujo ni es una atención secundaria, es prioridad y más en profesiones en donde los elementos están expuestos a factores y agentes estresores de manera permanente”.
Nunca sabes si vas a regresar
Barraza Echeverría menciona que “ellos (los policías) salen de su casa y no saben si van a regresar”.
Platica que mientras para otras personas salir de su domicilio y saber que van a regresar es lo más normal, para un policía, el pan de cada día es la incertidumbre.
Añade que desde el punto de vista de la salud mental, un factor de riesgo es que los elementos lleven a su casa las armas de fuego, como forma de protegerse de una eventual agresión en la calle, sin embargo ya tienen a su vez un riesgo adicional en su casa en el plano psicológico.
“Imagínese usted después de vivir algún elemento algún evento de alto impacto regresar a casa y dormir, es imposible conciliar el sueño”.
Señala que muchos de los agentes llegan a normalizar las situaciones de violencia, al grado de que se van haciendo resistentes, donde van teniendo “un aplanamiento emocional” y en algunos casos desarrollan una respuesta automática en el organismo donde crean mecanismos de defensa que la mayoría de las personas no logran entender.
Detectan diez casos severos el año pasado
Menciona que la oficina tiene varios años de haberse creado, sin embargo, apenas en mayo del 2022 se contrató a una empresa externa para realizar un diagnóstico a todo el estado de fuerza de la corporación.
Se hizo el estudio a 2 mil 945 elementos, a quienes, a través de pruebas, lograron la detección de indicadores de atención que dividieron en severos, moderados, leves y nulos, resultando más del 60 por ciento con indicadores leves o nulos.
Solamente unos 10 agentes estaban en fase severa y fueron atendidos de forma inmediata, debido a que tenían ideación suicida.
El resto de los agentes fue atendido gradualmente entre los meses de agosto y diciembre de ese mismo 2022, pero también en este 2023, a través de entrevistas individuales y eventos grupales.
En enero de este año se dieron 554 atenciones individuales, 98 fueron atendidos en sesiones grupales y 8 en Adicionales.
Asimismo en febrero de este 2023 se proporcionaron 637 atenciones individuales, 114 en grupales y 9 en adicionales.
Crean modelo para atender a policías en campo
Como parte de la estrategia, el área de psicología de la Unidad Mixta, aplica tres tipos de protocolos.
Uno de ellos es el protocolo “De Reacción”, el cual se aplica in situ, como por ejemplo cuando llega a haber un atentado contra un elemento, en lo que se conoce como código rojo.
“Acudimos a brindar los primeros auxilios de atención psicológica”, señala Barraza.
El segundo protocolo es “De Actuación”, el cual se realiza posterior a la crisis, desde las 48 horas hasta incluso dos semanas después, dependiendo de la gravedad de la situación que se esté presentando. Aquí se da un monitoreo de los agentes para estabilizarlos.
El tercer protocolo es denominado “De Atención”, que es la atención psicológica programada, con una logística donde los agentes acuden a monitoreo permanente durante el año.
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