Rafael Espino aspira a ser el nuevo gobernador de Chihuahua; desde hace 25 años trabaja al lado de AMLO en su proyecto de nación.
Por eso ahora busca conseguir para Morena y su proyecto de izquierda, la gubernatura de Chihuahua.
Asegura ser diferente de sus contendientes, especialmente por todo el tiempo que lleva en el proyecto de la 4T.
Chihuahua necesita alguien sensible en el manejo de los recursos, por eso cree que puede hacer un buen papel como gobernador.
Lo cuestionamos sobre el desdén, el abandono y la descoordinación de los gobiernos, estatal y federal hacia Juárez.
Se abordan con él temas de gran importancia para la frontera, como la zona libre, el pacto fiscal y la equidad para Juárez.
También sobre las pugnas de organismos empresariales como el CCE y Coparmex. Respecto a la corrupción el político asegura tener “las manos limpias”.
¿Es Rafael Espino el candidato de Andrés Manuel López Obrador a la gubernatura de Chihuahua?
Se trata de asegurar que la 4T, el proyecto, llegue a Chihuahua. El presidente AMLO sabe de su formación y cómo piensa, dice.
Habla sobre la importancia que tiene el hecho de que los ciudadanos participen en la elección de la obra pública que debe desarrollarse en su comunidad, para no quedar estancados.