Hace casi un mes que un anuncio espectacular le cayó encima a Cynthia Amairani Meraz Medina, y a su hija que la acompañaba, cuando vendía pasteles en la esquina de la avenida Rancho Anapra y calle Rémora.
La enorme estructura de acero se vino abajo, destrozando la mesa y las sillas donde ambas permanecían, lesionándolas.
Quiere seguir vendiendo pasteles, pero ya no donde mismo: “Yo me quiero poner como en otro lugar, porque la verdad sí agarré miedo de estar en ese lugar”, remarcó.