“Que te diga qué iban a hacer con el cuerpo”, pide abogado en caso Del Carmen

Fue una audiencia tensa, se podía observar en los rostros de los intervinientes, principalmente en el de Roberto Isaac A.A., señalado como uno de los responsables del ocultamiento del cuerpo de José María Iglesias Martínez y de defraudar a su familia al ofrecerle servicios funerarios que nunca se realizaron en la Funeraria Del Carmen.

Anteriormente, su tío Miguel Ángel A.O. fue vinculado a proceso por los mismos hechos. Sin embargo, de acuerdo con la carpeta de investigación el joven, que llegó a la sala 22 de Ciudad Judicial vestido con una camisa blanca a rayas, fue quien supuestamente ofreció los servicios funerarios a la familia de José María y quien habría entregado una urna con cenizas que no eran las de su ser querido.

Los testimonios de la madre y de la pareja del fallecido, indicaron que junto con otra mujer, de nombre Nancy Iveth A.A., eran los encargados del negocio y con quienes tuvieron contacto en todo momento.

En la audiencia realizada este miércoles 30 de julio, Roberto Isaac trata de sonreír un poco, de levantar la cabeza, pero la tensión de la situación, de saber que su destino, judicialmente hablando, está en manos del juez de Control, hace que su mirada se dirija rápidamente hacia el piso y que empiece a apretar la mandíbula.

La persona que está a su izquierda, el licenciado Valenzuela, encargado de su defensa penal, no tiene elementos de prueba para presentar a favor de su patrocinado, señalando que únicamente se centrará en la argumentación jurídica para exponer las razones por las que no debe vincularse a proceso penal a su cliente.

En primer lugar, aclaró que estos hechos no tenían relación con el hallazgo de los 386 cuerpos encontrados en el crematorio Plenitud. Si, efectivamente, hay acusaciones contra diversas funerarias, pero es una cuestión aparte.

Resaltó que la acusación presentada por la Fiscalía General del Estado (FGE) no cuadra con los tipos penales que se mencionaron (fraude, inhumación, exhumación y respeto de cadáveres, y falsificación de documentos), además que “no están presentando a quien la debe, sino a quien la pague”.

Pese a que no iba a presentar más elementos de prueba, citó un supuesto nuevo testimonio de su defendido, en el que aseguró que era un “empleado eventual” en la funeraria y que su ocupación principal era ser conductor de plataforma.

Acusó que su tío, Miguel Ángel, era el encargado de gran parte de las actividades que se realizaban en la funeraria y que Roberto Isaac únicamente cumplía órdenes, resaltando que por recoger el cuerpo de José María en el Servicio Médico Forense (Semefo) y realizar los servicios funerarios, le hicieron dos pagos por 800 pesos.

El abogado enfatizó, en repetidas ocasiones, que la acusación a su cliente “es inexacta”.

En respuesta, el agente del Ministerio Público refirió que había testimonios y demás pruebas que indicaban que, efectivamente, Roberto Isaac era empleado de la funeraria y había sido quien había atendido a la familia de José María, incluso asegurándoles que sus restos, habían sido trasladados a El Paso, Texas para su cremación.

El defensor replicó el mismo argumento: “es una acusación inexacta” y con ello, dio por concluido la etapa de debate en la audiencia de vinculación a proceso, por lo que se concedió un receso de 10 minutos -que terminaron siendo 45- para la deliberación del Juez.

Fuera del ring

Mientras conversaba con su defendido, el licenciado Valenzuela aseguró que era un aficionado de los deportes y hay pocas expresiones más visibles en ese ámbito, que cuando los jugadores están más cargados de desesperación y rabia al reclamarle a un árbitro.

Con la misma expresión, que mezcla enojo y juego, el defensor de Roberto Isaac encaró al agente del Ministerio Público, una vez que se concedió la pausa en la audiencia.

Defensor (D): – Sabes que es una acusación inexacta…

Ministerio Público (MP): – Ahí están las pruebas.

D: Ustedes nomás quieren señalar culpables.

MP: Sí, es nuestro trabajo.

D: No…

MP: Dile que te diga qué iban a hacer el cuerpo.

D: Eso a mí no me corresponde.

MP: Dile que te diga qué iban a hacer con el cuerpo y se aclara todo, igual ahorita ya que lo decida el juez, mejor.

Luego del intercambio de palabras, ambos abogados salieron de la sala hacia los baños y la discusión continuó por algunos minutos.

Cuando regresaron a la sala, parecía que la calma se adueñaba del momento, pero el defensor volvió a la carga contra el representante de la FGE, ahora con relación a la detención de su cliente, en conjunto con Nancy Iveth.

El abogado aseguró que la mujer fue detenida “de mala gana” y que los agentes actuaron de manera ilegal, ya que no contaban con ninguna orden, según el defensor.

No obstante, el agente enfatizó en que, efectivamente, las actuaciones que realizaron con relación al caso, estaban fundamentadas con órdenes de cateo.

Roberto Isaac intentó entrar en la discusión, preguntando si todas las actuaciones habían estado fundamentadas, pero fue refutado por el agente, que afirmó que en ningún momento se habían vulnerado sus derechos ni los de Nancy Iveth.

Acerca de los amparos, el defensor reclamó que la autoridad no aceptara una copia simple del documento, mismo que presentó en la Fiscalía antes de la detención de Roberto Isaac, debido a que no era un documento certificado y que no impedía la detención.

La encargada de sala llegó para avisar que el Juez está a punto de regresar, en la mesa de la defensa comienzan a escucharse risas, nerviosas que tratan de mostrar calma, pero que reflejan más un sentimiento de intranquilidad.

Hablan de deporte, del América, de futbol, de beisbol, pero la charla terminó de pronto, el Juez entró para dar su deliberación.

El final

Mientras el Juez citaba los antecedentes por los que llegó a su decisión, Roberto Isaac negaba con la cabeza partes del relato, principalmente, cuando se citaban los testimonios de las familiares de José María.

El Juez señaló que era necesario hacer precisiones en cuanto a los delitos por los que se acusaba a Roberto Isaac; efectivamente, había sido una apreciación correcta por parte de la Fiscalía, acusar al joven por los delitos de fraude, mismo que se había comprobado la probable responsabilidad, ya que es señalado por las víctimas como la persona que vendió los servicios funerarios.

De igual manera, participó en la reclamación del cuerpo ante el Semefo, fue quien se encargó de los preparativos para la ceremonia religiosa y tenía al tanto a la familia sobre de la supuesta cremación que se había hecho en El Paso.

Además, se acreditaba la probable comisión del delito de ocultamiento de cadáveres, ya que, al ser empleado y responsable de los servicios funerarios, tuvo pleno conocimiento y fue parte de que el cuerpo permaneciera oculto al interior de las instalaciones, al menos, desde el 11 de junio hasta el 12 de julio, cuando fue encontrado por un inspector sanitario de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris).

Respecto al delito de falsificación de documentos, se determinó que la Fiscalía no había especificado como se había realizado y que, en todo caso, la falsificación de supuestos oficios de la FGE, era únicamente una herramienta para realizar el fraude, por lo que no se acreditaba plenamente la falsificación.

Por lo anterior, se decidió por dictar el auto de vinculación a proceso contra Roberto Isaac A.A., quien tendrá que esperar dos meses para que de inicio el juicio oral en su contra, ya que fue el plazo que se determinó para la investigación complementaria.

El agente del Ministerio Público dejo entrever que, en caso de que lo decidan las partes, se podría llegar a un proceso abreviado.