Largas filas, hasta la Plaza de la X por la Heroico Colegio Militar o hasta Pueblito Mexicano por la Lincoln, además de extendidos tiempos con horas de espera, estrés, ansiedad y hasta agresiones, deben soportar los usuarios de los puentes internacionales en Ciudad Juárez.
Aunque Seguridad Vial dice que a diario sacan de la fila a 30 o 40 choferes, la constante es la prepotente actitud de infinidad de conductores que de manera abusiva esperan el descuido de alguien para meterse a la fila, iniciando enfrentamientos que en muchos casos han llegado a los golpes, todo esto sin que se vea por ninguna parte la intervención de alguna autoridad que ponga orden.
Entre los casos más recientes está el de un joven golpeado y pateado con gran saña por tres tripulantes de otro auto en la fila del cruce Jerónimo-Santa Teresa.
En otro cruce internacional se presentó un incidente más, en el que un hombre enardecido arrancó el espejo lateral del auto de una mujer con la que discutió, porque no lo dejó entrar a la fila.
Ambos casos son parte de los muchos que revelan la falta de civilidad y control de los conductores, pero más grave aún es la ausencia de autoridad que evite que esos incidentes afecten a los usuarios de los cruces internacionales.
Un antropólogo consideró que buscar alternativas de traslado diferentes al automóvil como son la bicicleta o el transporte público para ir a El Paso, así como la atención a la salud mental y la actitud agresiva hacia los otros, que han dejado en esta sociedad fronteriza la normalización de la violencia y las secuelas de la pandemia, podrían ser opciones para enfrentar la problemática en los cruces.
Fotos: José Zamora
“No nos queda más que ver los pleitos”
Funcionarios del Sistema Federal de Aduanas de México están vedados para intervenir en los pleitos entre conductores que se dan en los carriles de sur a norte del Puente Libre, manifestando que lo único que pueden hacer es atestiguar esa clase de hechos.
Declaran que su jurisdicción hacia el sur termina en la Heroico Colegio Militar y al inicio de El Chamizal, territorio donde dicen, la competencia corresponde al Municipio.
Los empleados aduanales a cargo de las revisiones y trámites de vehículos regresando de El Paso hacia Juárez, por el puente Libre, refirieron a Norte Digital que los problemas y enfrentamientos se dan mayormente en la fila de los carriles de sur a norte, es decir, en los autos que van de México hacia Estados Unidos, espacio en el que señalaron que está vedada su intervención y que solo les queda ser testigos cuando surgen esos enfrentamientos.
Comentaron que su jurisdicción hacia el sur termina en donde se encuentran los arcos de rayos X que ya no funcionan desde la pandemia, y que del cruce de la Heroico Colegio Militar con la Lincoln hacia el sur es territorio que corresponde al Municipio.
“Tenemos prohibido intervenir a pesar de que muchos de esos pleitos se dan en donde empieza la joroba del puente. Lo único que nos queda es ver quién gana”, dijo en son de broma uno de los empleados del Sistema Federal de Aduanas de México.
La fila es de Vialidad, la joroba del Fideicomiso y la GN
El director del Fideicomiso de Puentes Internacionales, Rogelio Fernández Irigoyen, dijo que son contados los casos de incidentes arriba de la joroba, pero que cuando se presentan en las filas, al sur del cruce, se apoyan con elementos de la Dirección de Seguridad Vial, que son quienes pueden intervenir directamente.
“No tengo ninguna facultad para intervenir fuera de los puentes fronterizos. El puente Libre no está a cargo del Fideicomiso. El acomodo de las filas y la cuestión vial ya en el área de los puentes corresponde a la Guardia Nacional. A cargo del Fideicomiso están los puentes de cobro Paso del Norte, Lerdo, Zaragoza y Guadalupe, y ahí no hemos detectado… bueno, de repente se dan esos casos, pero no es muy frecuente”, aseguró el funcionario.
Señaló que el área de las casetas hacia el puente está a cargo el Fideicomiso, y ahí tienen guardias de seguridad privada y se pide el apoyo de la Guardia Nacional cuando se requiere.
“Fuera de las casetas y ya en la vialidad pedimos el apoyo de Seguridad Vial. Nosotros no podemos intervenir ahí y por eso pedimos que se genere una sana convivencia de respeto entre todos los guiadores”, recalcó.
Dijo que son pocos los casos de enfrentamientos entre usuarios que se dan en la joroba de los cruces, que es jurisdicción federal y del fideicomiso, los cuales aseguró hasta ahora han sido mantenidos bajo control.
“Ha de haber algunos casos por ahí. En Zaragoza, Paso del Norte, Lerdo y Guadalupe, normalmente existe un orden porque ya vienen las líneas definidas a partir de las casetas. En ocasiones las autoridades de CBP cierran y solo dejan un carril, con lo que los automovilistas ya saben que son uno y uno, pasa uno del lado derecho y pasa uno del lado izquierdo, pero problemas grandes, afortunadamente no, no hemos tenido”, dijo.
Vialidad asegura que hay vigilancia permanente en los cruces
Aunque en otras ocasiones sí se han visto esos elementos, un recorrido durante varios días de la temporada navideña, en particular, y a diferentes horas del día en las filas de los puentes internacionales, reveló que no había agentes de Seguridad Vial controlando el flujo vehicular.
César Tapia, director de Seguridad Vial del Municipio de Juárez, comentó de inicio que en cuanto al caso del hombre golpeado por otros tres en Santa Teresa, se trató de un caso que correspondía a la Guardia Nacional por ser un área de jurisdicción federal.
“En lo que se refiere al Puente Libre, Zaragoza y el del centro, ahí sí tenemos presencia, y también en la fila de la línea exprés, porque hubo muchos casos en un tiempo que ahí se querían meter, pero ahora que se abrió la otra línea exprés en el Paso del Norte, nos ha ayudado bastante porque fluye mucho más”, destacó.
“Desde las seis de la mañana hay ahí presencia de los agentes, pero estamos hablando de filas que son de hasta más de un kilómetro y obviamente se complica tener esa distancia cubierta por agentes, porque tenemos además las obras de recarpeteo en Independiencia y Talamás. Sin embargo, sí hay presencia ahí de los agentes”, aseguró.
“A diario, tenemos que se sacan de la fila entre 30 y 50 conductores. Las infracciones han bajado, ya no hemos puesto tantas, pero hace dos o tres meses sí fueron varios los vehículos a los que se les dio su infracción o hasta el corralón fueron a dar, pero la verdad ahorita únicamente los estamos sacando de la fila”, mencionó Tapia.
Al reportarle el resultado del monitoreo de las filas de los puentes y la ausencia prácticamente total de agentes de Vialidad, Tapia comentó que se pondría en contacto con los comandantes de esos distritos para remediar la situación.
Declaró además que en diciembre, la carga de trabajo para sus oficiales es extremadamente intensa y adicional a la cotidiana
“Pero sí tenemos agentes en los puntos claves donde consideramos que se mete la gente. Tenemos, entre patrullas y motocicletas, aproximadamente 15 elementos por turno. En las obras ahí hay de 20 a 25 agentes por turno en Independencia y Talamás”, cuantificó.
Dijo que a la hora de salida y entrada de unas 50 escuelas son asignados igual número de agentes, agregando que otros muchos planteles solicitan la presencia de Vialidad pero que la dependencia no cuenta con suficiente personal para dar el servicio a todos esos lugares.
Mencionó que a los cruces internacionales se manda de dos a cuatro elementos y que por lo tanto los entre 30 y 40 que quedan atienden servicios diversos que por ejemplo el viernes fueron en Catedral y en la sesión de Cabildo que se tuvo en el Centro Municipal de las Artes.
“Por la noche estuvo Bronco en el Parque Central con el encendido del árbol de Navidad y ahí tuvimos gente también por casi 5 horas. Vienen las peregrinaciones y hay que estar presentes. La presencia la tenemos, y afortunadamente todos los servicios se han dado en caravanas, manifestaciones donde se cierran calles. Andamos atareados, pero estamos respondiendo a lo mejor de nuestras capacidades. Eso ténganlo por seguro”, declaró el director de Vialidad.
Necesarias alternativas de movilidad y atención a la salud mental
El antropólogo Hernán Ortiz opinó que existen dos alternativas para enfrentar la problemática de las enardecidas actitudes adoptadas por conductores en la fila en los puentes internacionales que buscan meterse por la fuerza y ocasionan enfrentamientos cada vez más graves.
La primera opción, consideró, es buscar alternativas de traslado diferentes al automóvil para ir a El Paso, que pueden ser el uso de la bicicleta o del transporte público para aquellas personas que no requieren necesariamente del carro para sus actividades al otro lado de la frontera.
La otra alternativa, puntualizó, es la atención a la salud mental de los juarenses, que después de la normalización que han adoptado por los altos niveles de violencia que aquí se tienen y de las graves secuelas que dejó la pandemia, han asumido una actitud fría pero llena de agresividad hacia sus semejantes.
Ortiz declaró inicialmente que existen dos puntos importantes a destacar, siendo el primero la deshumanización de la cultura del auto.
“La gente se sube a su auto y se olvida de las demás personas. No le importa ser amable, ser considerado. Se ponen muy irritables. Cuando la gente va en el auto, insulta a otras personas y como se hace evidente en los puentes, desarrollan y les nace esta capacidad de no solo desear hacer daño, sino de dañar a otras personas. La cultura del vehículo es muy deshumanizante. Eso como primer punto”, manifestó Ortiz.
“El otro punto es que en Juárez, en el estado y en el país se tiene que atender la salud emocional. Que la gente llegue a anhelar un puesto delante de un auto al grado de estar dispuesto a arriesgar el cuerpo y dañar un cuerpo ajeno, nos habla de una persona que emocionalmente no está sana. No es sano definitivamente querer dañar a una persona por un lugar en el tráfico o en la línea del puente”, consideró el estudioso del comportamiento humano.
“Como dije, hay dos cosas importantes, la cultura de darle prioridad a moverse en un vehículo es deshumanizante y la otra pone en evidencia la salud emocional de la sociedad en la que vivimos”, reafirmó.
Dijo que, sin embargo, existen formas y opciones para enfrentar esa clase de problemática social.
“Hay dos cosas con las que se podría remediar. Uno, si la gente en Ciudad Juárez pudiera buscar alternativas de movilidad. Mucha gente que va a El Paso ve el vehículo particular como la única alternativa, pero no. Sí hay un buen sistema de transporte público aquí. Es más, en la línea del puente si vas en bicicleta, pasas sin hacer fila, algo que mucha gente no sabe. Las personas con discapacidad y las personas en bicicleta tienen su propio lugar para revisar su visa”, recordó.
Una frontera sin alternativas de movilidad
“No se trata de que todos dejen el auto. Si vas de compras a traer un mueble o toda tu despensa, pues claro que te llevas el vehículo, pero si vas a hacer otras cosas, tal vez podrías moverte con otra alternativa. El punto es que aquí, de Juárez a El Paso, no hay alternativas de movilidad que no sean el auto y de entrada, eso no se ve como posible”, destacó.
“Si empezamos a cambiar de visión, entonces es posible. No se trata de que ya dejes el auto para siempre, no, pero si empiezas a adoptar la visión de que hay otras posibilidades, si me muevo en camión, me ahorro el tráfico. Si me muevo en bici, me ahorro la fila. Si ves otras posibilidades, tal vez las empieces a tomar, pero si no existen, no te queda más que moverte en vehículo”, opinó.
No se trata de que la gente lo cambie en automático, pero si hay alternativas, la gente lo empieza a valorar, dijo, agregando que hay otros puntos que se deben considerar.
“Todos los huérfanos que nos dejó la guerra de Felipe Calderón, son adolescentes y adultos hoy en día, y la gente que salió de la pandemia, también salió con algunas afectaciones emocionales, y la salud emocional es algo que no se atiende hoy en día”, consideró el antropólogo.
Dijo que la demanda de atención siquiátrica supera en mucho la oferta de siquiatras en la ciudad.
“Hay un problema serio de atención a la salud emocional, tan serio que la violencia se ve como natural, como algo normal. La gente esá acostumbrada. Siguen matando dos o tres personas al día y no genera conmoción. Matan una persona en la esquina y todo mundo sigue con sus actividades normales. Tendemos a normalizar la violencia”, destacó.
Si me preguntas qué se tiene que hacer para atender esta situación, pues sí construir alternativas de movilidad. Sí, no la van a utilizar todos, pero al menos ya hay opciones para elegir, lo cual es un derecho. No es ni siquiera un buen deseo. En la Constitución, en el Artículo 4 dice que la gente debe de elegir cómo moverse, y aquí en Juárez se nos impuso. No tenemos opción”
“Y la otra es atender la salud emocional, que de todas maneras van a venir gente de fuera estresada, sí, pero si no empezamos a atender las situaciones de movilidad y de salud emocional, difícilmente vamos a contener o a disminuir los niveles de violencia, violencia que, te digo, hasta por un lugar en la fila la gente está dispuesta a dañar y arriesgar su vida. Es terrible”, consideró el estudioso.