Este año que comienza vale la pena que nuestros propósitos sean significativos en el presente pero que dejen huella y ganancia para el futuro.
Podemos marcar la diferencia al realizarlos en conjunto, en familia; hagamos o reforcemos hábitos que nos beneficien a quienes compartimos en el hogar, los resultados serán positivos.
Regularmente nuestra lista la elaboramos de forma individual, así que este año que está iniciando probemos establecer vivencias nuevas juntos.
Pero antes reflexionemos sobre lo que se logró, ganó, dolió, quedó pendiente y se aprendió del año que terminó para tomarlo como base a lo que necesitamos poner en nuestra lista familiar.
Tomemos en cuenta las virtudes, características y valores de cada uno, que todo sea viable y real para llegar con éxito y armonía a lo que se pretende lograr y que no sea invasivo o en contra de la personalidad de cada uno de los integrantes.
Aquí unas sugerencias de qué podemos proyectar para este 2024:
- Regalarnos el saludo diario, los buenos días o cuando cada uno vaya a sus actividades despedirlo o desearle que le vaya bien, si le sumamos un abrazo o alguna manifestación más de cariño es un plus para iniciar el día.
- Promover una actividad en familia, quizá al aire libre cada semana, o los retos y juegos de mesa. Sin duda, esto generará grandes momentos que se convertirán en lindos recuerdos de la infancia.
- Reforzar los hábitos domésticos, llevar o mejorar el rol de responsabilidades, compartir entre todos la limpieza y organización de la casa.
- Desarrollar la empatía y tolerancia, esto evitará peleas e incrementará la armonía y respeto en casa.
- Cuando se haga una actividad familiar, enfocarnos al 100 por ciento, evitar distractores.
- Respetar las pertenencias de cada uno, solicitarlas si se requieren.
- Buscar opciones más saludables en la alimentación, si se genera entre todos los miembros del hogar es más sencillo.
- Hacer un proyecto de mejora en el hogar, en donde todos puedan participar y sea viable en costos y tiempo, quizá el reacomodo de muebles o cuando se pretenda pintar la casa hacer partícipes a todos en elegir colores; la mejora del jardín o una pequeña huerta, sembrar un árbol, etcétera.
- Compartir ya sea objetos, juguetes, pero sobre todos momentos de su día. Que los hijos conozcan también de los padres, qué hacen en su día, no solo trabajar y aspectos de casa, esto genera comunicación y conocimiento para ellos y convivencia para todos.
Podemos incrementar la lista, sin duda, pero hay que tener presente que para lograrla es importante que se cuente con la guía de mamá y papá, como titulares de la casa, escuchando a los hijos en sus inquietudes y deseos.
La lista que hagamos debemos de tenerla en un lugar visible y revisarla periódicamente, motivando a llevarla a cabo, reconocer cuando ya se logró una de las intensiones y hasta gratificarla, fomentar el sí se puede y aprender de lo que no fue posible realizar y analizar el por qué. Sin duda, será un buen aprendizaje y se disfrutará en familia.
Esencias para la vida
Por Mtra. Dianet Nuñez Ramos
Psicoterapeuta adolescentes y adultos
Tel. (656)176-6321
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