En otros momentos he escrito acerca de Ignacio Rodríguez Galván en este mismo espacio, el día de hoy me concentraré en su poema más famoso: Profecía de Guatimoc. Este poema apareció en la publicación periódica con que contaba la Academia de Letrán, El Año Nuevo de 1840. Algunos críticos lo han considerado como el poema más importante del romanticismo mexicano. Recordemos que otros de los integrantes de dicha asociación literaria eran los hermanos Lacunza, José María y Juan Nepomuceno, Manuel Tossiat Ferrer, Guillermo Prieto y Manuel Payno, entre otros.
El poema inicia con una evocación plenamente romántica, en que la naturaleza está en consonancia con el espíritu del vate y su contemplación: “Tras negros nubarrones asomaba/ Pálido rayo de luciente luna/ Tenuemente blanqueando los peñascos/ Que de Chapultepec la falda visten”. Esto es, hay un contexto lúgubre en la incipiente nación. México tiene apenas unos lustros como país independiente y ya ha sufrido guerras intestinas e intervenciones extranjeras, como la “Guerra de los pasteles” y la independencia de Texas. Sin embargo, la luna da una luz de esperanza, aunque sea ínfima, débil.
El poeta está triste e invoca a Guatimoc (Cuauhtémoc) y este se le aparece y comienzan a dialogar acerca de la historia de México. Guatimoc recuerda las atrocidades de la conquista en contra de la población indígena. Aquí hay varios elementos característicos del romanticismo mexicano, esa mirada histórica, por un lado, pero también el antiespañolismo que se va a mostrar en obras como ésta y otras de sus contemporáneos, por otro lado, está la idea de la apuesta por una literatura nacional.
Guatimoc le pide al poeta que le hable en la lengua del gran Netzahualcóyotl, pero él dice ignorarla, está apenado y reconoce que han perdido esa lengua indígena, no obstante, le asegura que, aunque ya no posee la palabra, siempre ha tenido ese pasado glorioso en su corazón y maldice a sus asesinos y a la Europa injusta que ha olvidado su nombre. En el diálogo entre el héroe mexica y el poeta, hablan del paso arrasador de los conquistadores, pero también de las amenazas actuales a manos de la América inglesa (Estados Unidos). Es un poema largo que está lleno de pasajes sublimes. Otro texto que hay que leer de nuestras letras mexicanas.
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