Mientras los grandes desarrollos inmobiliarios transforman el paisaje urbano de la ciudad, vecinos de colonias como Azteca, Carlos Castillo Peraza, El Mezquital y Las Haciendas reclaman que el crecimiento no se refleje en sus calles. Por eso, por primera vez, presentaron proyectos comunitarios para acceder a los recursos que los empresarios del ramo aportan al Municipio bajo la figura de Transferencia de Potencial Urbano (TPU).
Durante una reunión con los regidores de la Comisión de Fraccionamientos y Condominios, los ciudadanos pidieron que los fondos de la TPU —una bolsa de 20 millones de pesos actualmente disponible— se destinen a obras de control pluvial, pavimentación y rehabilitación de espacios públicos, en lugar de ser asignados de manera discrecional desde las oficinas de Desarrollo Urbano.
Los interesados fueron atendidos por los regidores Mireya Porras Armendáriz, coordinadora de la Comisión; Alejandro Jiménez Vargas (PAN), y María Dolores Adama (Morena).
Funcionarios de la Dirección de Desarrollo Urbano ofrecieron respuesta a las peticiones ciudadanas, acompañados por representantes del área de Participación Ciudadana del Plan Estratégico A.C., que ha impulsado ejercicios de vigilancia social sobre la aplicación de fondos públicos.
Rodrigo Fuentes, director de Proyectos Estratégicos de Desarrollo Urbano, en ausencia de Claudia Morales Medina, titular de la dependencia, informó que el Municipio dispone de 20 millones de pesos generados por la TPU, de los cuales ya se ejecutan algunas obras viales en la zona de Tres Cantos.
¿Qué es la Transferencia de Potencial Urbano?
La TPU es un mecanismo mediante el cual los desarrolladores de fraccionamientos o edificios pagan una especie de “compensación urbana” al Municipio.
Por ley, quienes construyen grandes proyectos deben donar terrenos para áreas verdes o equipamiento público; pero si el área donde edifican ya cuenta con servicios, pueden sustituir esa obligación con dinero o con obras equivalentes al valor del terreno que habrían donado.
En palabras simples, la TPU permite a los empresarios cumplir con su aportación al crecimiento de la ciudad sin entregar tierra, sino invirtiendo en infraestructura urbana o depositando recursos que el Ayuntamiento debe destinar a obras de beneficio social.
Esos recursos forman una bolsa común, que hoy acumula 20 millones de pesos, y cuya aplicación hasta ahora había sido decidida exclusivamente por las autoridades municipales.
Una figura legal poco conocida
La TPU, que las autoridades también denominan “Donaciones en Especie”, está contemplada en la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado.
En esos casos, el desarrollador ejecuta directamente las obras equivalentes al monto de TPU que le asigne la Dirección de Desarrollo Urbano, con autorización de la Comisión Revisora de Fraccionamientos del Ayuntamiento.
Una bolsa que crece y busca rumbo
El pasado 27 de septiembre, la directora de Desarrollo Urbano, Claudia Morales Medina, obtuvo la aprobación del Cabildo para concretar una TPU por casi 9 millones de pesos, producto de la autorización de diversos proyectos inmobiliarios.
La funcionaria explicó que esta bolsa de recursos está disponible para financiar proyectos de beneficio comunitario y que la ciudadanía puede proponer obras para su aplicación.
Hasta ahora, una práctica común era que Desarrollo Urbano designara directamente las obras, muchas veces en respaldo a peticiones que los juarenses hacían de forma directa al alcalde.
Sin embargo, en esta ocasión, fueron los propios ciudadanos quienes levantaron la mano para ser escuchados y participar en la definición de las prioridades.
Promesa de seguimiento
La regidora Mireya Porras Armendáriz adelantó que la Comisión de Fraccionamientos se reunirá nuevamente en uno o dos meses para dar seguimiento a las solicitudes de recursos presentadas por los vecinos.
También dijo que el Ayuntamiento revisará otras alternativas de financiamiento además del TPU, con el objetivo de que las colonias que hoy padecen rezagos en infraestructura básica puedan beneficiarse con obras gestionadas desde la participación ciudadana.