La violencia desatada en los últimos días en la región de Ojinaga, confirma que se ha convertido en una de las zonas más “calientes” del estado, donde los grupos del crimen organizado se disputan palmo a palmo el control del territorio.
Por ser frontera de México con Estados Unidos y a raíz del incremento de flujo migratorio de los últimos años, está convertida en una de las rutas naturales de quienes atraviesan la entidad, donde hay influencia principal del cártel de Sinaloa y el cártel de Juárez.
Ascención, Juárez, El Valle de Juárez y Ojinaga, son de los principales puntos en la frontera norte de Chihuahua, que han sido marcados por autoridades, por donde se da el cruce irregular de personas en movilidad en busca del “sueño americano”.
En Ojinaga, al igual que en Juárez, los grupos del crimen ya no solamente cuidan el trasiego de drogas, sino el paso de migrantes, a quienes cobran fuertes cantidades de dinero por permitirles avanzar, según recuentos que han realizado representantes de la autoridad.
Tierra de sangre y muerte
De acuerdo a los archivos periodísticos, quienes no se ciñen a las demandas del crimen, pueden terminar muertos. Así ha ocurrido no solamente con migrantes sino con choferes que se han aventurado a trasladar gente sin el consentimiento de las bandas delictivas.
La zona referida atrajo los reflectores en los últimos días, ya que el pasado domingo se dio un violento enfrentamiento entre bandas, el cual abarcó los municipios de Ojinaga, Coyame y Manuel Benavides.
Se reportaron seis muertos, dos vehículos asegurados y otro quemado. También un policía lesionado.
Inicialmente en Manuel Benavides se reportó el asesinato de dos hombres identificados como Ograel O.G. y José Luis R.B.
De manera simultánea se dio un ataque en Ojinaga, donde autoridades reportaron el homicidio de un hombre acribillado a balazos por personas no identificadas. La víctima quedó en un vehículo abandonado donde se localizaron armas de fuego y cargadores.
En Coyame, a su vez, habrían lesionado a otra persona del sexo masculino, aparentemente un agente municipal.
El mismo domingo por la tarde, se reportó otro asesinado en la comunidad de El Mulato, del municipio de Ojinaga, el cual estaba junto a dos vehículos abandonados, uno de ellos quemado. Se hallaron casquillos de diferentes calibres, principalmente disparados con armas largas.
Ya el lunes durante la madrugada, en Ojinaga se encontraron otros dos cuerpos sin vida, frente a un negocio de funeraria, con señales de haber sido baleados.
Días atrás a través de las redes sociales se denunció una serie de privaciones de libertad de personas usuarias de la carretera a Ojinaga.
Suspenden en Coyame toma de protesta del nuevo alcalde
Debido a la violencia y pánico desatado en la población, en Coyame se suspendió incluso el evento protocolario de toma de protesta del nuevo presidente municipal, por causas de fuerza mayor, a pesar de que se enviaron decenas de elementos estatales y federales a resguardar la región.
Se envió un operativo coordinado de 70 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional, Agencia Estatal de Investigación (AEI), así como de Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).
Luis Ángel Aguirre Rodríguez, subsecretario de Estado Mayor de la SSPE, negó que los grupos criminales hubieran establecido un toque de queda.
El mismo domingo también se tiene reporte de la desaparición de seis jóvenes que se trasladaban de Ojinaga a Manuel Benavides y hasta el momento no se tiene noticia de su localización o que pudiera tratarse de algunos de los fallecidos en los supuestos enfrentamientos.
Choferes asesinados
Apenas meses atrás, se dio la desaparición de cuatro hombres y una mujer en carretera, los cuales se dedicaban al transporte de supuestos migrantes en sus vehículos particulares, aparentemente desde la ciudad de Chihuahua hasta Ojinaga.
Presuntos integrantes de una célula del crimen organizado los privaron de la libertad y luego los asesinaron, pero dejaron sus cuerpos no en Ojinaga sino en la carretera de Chihuahua a Aldama días después.
Se identificó a las víctimas como Fabián Ramos Torres, Abigael Ramos González, Sandra Saláis Calzadíaz, Abigael Ramos Torres y Francisco Iván Flores Hernández.
También se localizaron los vehículos de los muertos.
En Ojinaga también ocurrieron enfrentamientos anteriores, uno de ellos ocurrido en octubre del 2022, donde murieron tres personas, incluido un militar.
Una patrulla militar fue atacada por delincuentes, por lo que se dio dicho encontronazo con el saldo descrito.
Ojinaga y Coyame también atrajeron la mirada pública, porque en el desierto de la región reportaron la desaparición de 13 migrantes en el 2021.
En el 2023 se localizaron fosas con 10 cuerpos en las inmediaciones de Coyame, nueve de los cuales eran los desaparecidos.
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