Organizaciones que trabajan en atención a personas en movilidad se mantienen a la expectativa por el fenómeno migratorio actual donde las deportaciones a México desde Estados Unidos, se dan mediante el Título 8 en lugar de Título 42.
De acuerdo a Iveth Marín, líder del Equipo Móvil Especializado de la organización Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), los deportados por esta frontera de El Paso-Juárez se mantienen en alto grado de vulnerabilidad, porque ni siquiera tienen conocimiento de las condiciones en que están siendo devueltos a México.
Dijo que como asociación han realizado monitoreo a personas que han ingresado a este país mediante el puente Paso del Norte, los cuales han manifestado que no saben la diferencia siquiera entre Título 42 y Título 8, por lo tanto, no conocen las consecuencias de haber sido expulsados después del 12 de mayo.
Dijo que no han notado mayor presencia de migrantes en la ciudad luego de la terminación del Título 42, sin embargo, están a la espera de lo que ocurra en los próximos días.
Acerca de los deportados por el puente Santa Fe-Paso el Norte, señaló que entrevistaron a algunos de ellos y se dieron cuenta de que “desconocían que habían sido expulsados bajo este Título 8”.
Mencionó que no sabían que podían ser expulsados como castigo por mucho tiempo, a diferencia del Título 42 que no los penalizaban sí cruzaran ilegalmente varias veces.
Anotó que ahora hay un registro de las personas, donde se les puede sancionar el ingreso a Estados Unidos por cinco años o más si reintentan los cruces ilegales, donde incluso pueden ser criminalizados y detenidos.
“Todo esto no lo saben las personas y claro que están en una situación de vulnerabilidad muy grande”, apuntó.
Indicó que las expulsiones han sido en grupos de alrededor de 40 personas donde la mayoría son hombres.
En el caso específico de un grupo de deportados el sábado, Marín comentó que eran 38 hombres y cuatro mujeres, donde les tocó estar presentes como organización.
Comentó que la información de su situación debería ser emitida por las autoridades que los deportan o las que los reciben. En éste último caso es el Instituto Nacional de Migración, sin embargo, se entiende que es posible que no lo hayan hecho.
En el caso de la organización que representa, la JRS, explicó que aún están conociendo la nueva dinámica del fenómeno migratorio en esta etapa, luego de lo cual continuarán ofreciendo servicios de asesoría legal, apoyo psicológico y asistencia humanitaria a dichas personas en movilidad.
Finalmente, la representante de Servicio Jesuita a Refugiados recomendó a las personas que están planeando llegar hasta esta frontera desde el sur, a consultar las fuentes oficiales de los Gobiernos, para conocer con precisión los nuevos esquemas de migración y así poder tomar la mejor decisión.
También les recomendó que se apoyen en las organizaciones que están en la entrada a México en la frontera sur, para que puedan tener acceso a información cierta.
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