Para capturar a los homicidas de la periodista Miroslava Breach, que tienen casi tres años prófugos, se requiere la intervención directa de la Guardia Nacional, señaló la directora jurídica de Propuesta Cívica, Sara Mendiola.
Los prófugos son el cabecilla del grupo delictivo Los Salazar, José Crispín Salazar Zamorano y el hermanastro de Juan Carlos Moreno Ochoa, alias El Larry y único sentenciado del caso, Wilbert Jaziel Vega Villa.
El primero está señalado por la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) como quien ordenó el asesinato. Al segundo se le identificó como el que condujo el automóvil que llevó al pistolero Ramón Andrés Zavala Corral al domicilio de Breach para matarla.
Las fotografías de ambos sujetos se publicaron en carteles de «se busca» de la Fiscalía General el Estado (FGE) y todas las corporaciones que integran el grupo de coordinación hace más de dos años.
De acuerdo con Mendiola, por el tiempo transcurrido, ya se hace necesaria una gestión de alto nivel del propio fiscal general Alejandro Gertz Manero, para establecer un operativo de inteligencia con el apoyo de la Guardia Nacional.
A más de tres años de que se conoció que el grupo de Los Salazar estuvo detrás del asesinato de Miroslava, ambos sujetos permanecen intocados.
En entrevista con Norte Digital, Mendiola recordó que dichas personas forman parte de un grupo criminal que, aparte de estar señalado por el crimen de Breach, se dedica a actividades delictivas.
“Hemos sido insistentes con la Feadle de que se tienen que seguir realizando acciones de localización de estas personas y ejecutar estas órdenes de aprehensión pendientes”, refirió.
El crimen de Miroslava –agregó– no llegará a salir de la impunidad hasta que todos los responsables se lleven ante tribunales de justicia.
Para resolver asesinato de Miroslava se requiere voluntad política: Propuesta Cívica
Por eso se le pidió a la Feadle que realicen todas las acciones y trabajos de inteligencia que tengan que desarrollar. Se trata de dos personajes que trabajan con una estructura criminal y tienen los medios para estar escondidos y no es fácil su localización.
“La Feadle necesita de un apoyo conjunto o un trabajo articulado con otras autoridades como la Guardia Nacional; por eso el llamado es para el fiscal general de la República para que solicite estos apoyos de articulación para poder generar la ejecución de estas órdenes de aprehensión”, apuntó.
“Yo creo que la Guardia Nacional –añadió– son los que podrían intervenir para poder generar un movimiento de esta magnitud. Se presume que estos personajes están internados en alguna parte de la Sierra”.
De acuerdo con Mendiola, para cumplir el objetivo se requiere que haya voluntad política y que el fiscal general tome en sus manos esta urgencia.
“Máxime cuando quedó demostrado en el juicio oral que son personajes que aparte de estar involucrados en el crimen de Miroslava se dedican a actividades delictivas. Creo que eso también al Estado le debería de interesar”, indicó.
En el juicio contra el Larry la Feadle demostró que el asesinato de Miroslava derivó de su trabajo periodístico, que desnudó la narcopolítica en Chihuahua.
En ese sentido, alertó que los señalados como autores materiales e intelectuales pertenecen a un grupo delictivo que continúa operando con total impunidad en Chihuahua. La influencia es tal que imponen candidatos a puestos de función pública, advirtió.
“Me pregunto qué hacen las autoridades federales y locales con esta información que conocen. Si no se ha hecho la ejecución de la orden de aprehensión es por falta de voluntad política”, reiteró.
Prevalece impune la narcopolítica
El Gobierno –dijo– no ha podido combatir la narcopolítica y ha propiciado el desarrollo y la infiltración de grupos criminales dentro de sí mismo.
“Periodistas valientes están exponiendo su vida para investigar y para publicar. Desgraciadamente muchas y muchos de ellos han tenido finales fatales como el de Miroslava”, lamentó.
A Miroslava la asesinaron el 23 de marzo de 2017. Pocas semanas antes publicó reportajes en los que evidenció cómo grupos del crimen organizado impusieron candidatos a puestos de elección en municipios de la Sierra.
También expuso que había jefes policiacos directamente relacionados con esos grupos criminales, y les servían de sicarios para perpetrar desapariciones forzadas y realizar actividades delictivas.
El trabajo de Miroslava se enfocó particularmente en Chínipas. La banda de Los Salazar ahí mantenía –y aún mantiene– el control del tráfico de drogas, responsable de desplazamiento forzado y homicidios.
A la fecha las investigaciones, tanto estatales como federales, a dicho del propio fiscal estatal César Peniche y del titular de Feadle Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, apuntan a que esos delincuentes estuvieron detrás del homicidio. La evidencia referida por Propuesta Cívica indica que a la fecha continúan operando y mantienen el control de la plaza para el trasiego de droga desde la zona serrana hasta la frontera.
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