Este año el lema en el mundo para celebrar el Día del Agua es “Valorar el agua”, y la pregunta clave es ¿cuánto vale para ti?.
En ese sentido, Humberto Uranga, director de Sustentabilidad Hídrica de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, dijo que el cuidado no trata solo de abatir patrones de consumo familiar, sino que abarca un sentido más amplio.
“No solo tenemos que bajar el consumo en el hogar, sino que la sustentabilidad tiene que ser un concepto holístico. Obvio también, abatir los consumos personales. Pero también tiene que ver con las eficiencias propias del organismo. Evitar pérdidas, por ejemplo en la red, en el robo y el clandestinaje”, advierte Uranga.
Una recomendación del funcionario es pagar el agua para valorarla. Y no se refiere al consumo individual en hogares, pues 75 por ciento de los ciudadanos hace un buen uso del líquido, argumenta. Uranga se refiere a los grandes consumidores.
Pagar el agua es una de las acciones más efectivas para valorar el líquido, sostiene Uranga. Hay que eliminar el agua gratis en escuelas, parques y edificios públicos que están sin control.
El agua gratuita se desperdicia
“Agua que no cuesta, se deriva en desperdicio”, afirma. El concepto de regalar el agua propicia que no se valore, por eso se dan casos de conexiones múltiples en parques y una serie de irregularidades.
“Las campañas del cuidado del agua han surtido efecto. Por eso el 75 por ciento de los habitantes está dentro del estándar a nivel mundial en consumo litro-habitante-día”, dice Uranga. Con esto se comprueba que el ciudadano ha sido responsable.
El reto es el 25 por ciento restante, que son cuotas fijas. Eso apoya la premisa de que agua que no cuesta, no se cuida.
“Tenemos que cuidar las cuotas fijas y altos consumidores, que aunque tienen recursos para pagar, deben pasar de manera eventual a la conexión de aguas tratadas para regar jardines”, comentó.
Y agregó que dentro del modelo de sustentabilidad, hay que trabajar con las eficiencias propias para que queden como un modelo de aseguramiento del líquido para el futuro.
Acciones urgentes
“Para beber agua de calidad, se deben conservar los patrones de consumo logrados en la población en general, pero sobre todo, los organismos debemos ser más eficientes como operadores”, asegura Uranga.
“No hay que perder de vista que el problema puede ser mayor en poco tiempo. Ya hay zonas en la ciudad que llegaron al día cero. Ahí se han agotado los recursos y se ha tenido que abrir pozos”, señaló el funcionario.
“Abrir pozos y llegar más profundo en las perforaciones no es la solución, porque en esa medida, la calidad del agua se deteriora”, aseveró.
“El agua de Juárez depende de un acuífero confinado. La sobrecarga depende de la lluvia, que es cada año de aproximadamente 250 mm, comparado con el sur del país, que es de 2 mil mm. Estamos en una situación seria”, advierte el arquitecto Cosme Espinosa, encargado de trazar y diseñar parques urbanos.
Espinosa reveló que se extraen 7 mil litros por segundo, por ello es prioridad bajar el consumo e implementar acciones serias, o pronto estaremos sin agua en el acuífero Bolsón del Hueco. Debido a esta problemática, habría que buscar otras fuentes, como ampliar la extracción del acuífero Conejos-Médanos, donde ya se hicieron 23 pozos.
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