Ha pasado casi un año de que el gremio periodístico juarense sufrió un duro golpe; el fotoperiodista Ismael Villagómez Tapia, fue asesinado a balazos mientras manejaba un vehículo Hyundai Elantra; era chofer de plataforma y la vida lo llevó hasta el cruce de las calles Artículo 27 y Sinaloa, en la colonia Fronteriza Alta.
Una calle de terracería, llena de maleza y en una subida de “difícil acceso”, fue el lugar en el que supuestamente, dos hombres le arrebataron la vida a Ismael, mientras intentaban despojarlo de sus pertenencias.
A partir de hoy, aquellos últimos instantes de temor de la vida del fotoperiodista, comenzarán a ser develados poco a poco en el juicio que se lleva a cabo en contra de los presuntos responsables, identificados como Jesús A.C.L. y Carlos M.H.H., presuntos coautores del homicidio calificado contra el periodista juarense.
En medio de la Sala 4 de apelaciones de Ciudad Judicial, los acusados se presentan ante el Tribunal Colegiado, compuesto por una tercia de juzgadoras, que por la cantidad de pruebas que se presentarán, decidirán el destino de quienes hoy visten totalmente de gris y fueron traídos por los custodios penitenciarios.
Las pretensiones del Ministerio Público son claras, en sus alegatos de apertura, afirman que demostrarán, bajo ningún tipo de duda razonable, que quienes hoy están como imputados, cometieron los hechos que se harán referencia en el proceso judicial.
Como penas máximas, exigen una condena de entre 50 y 70 años de cárcel, o prisión vitalicia, así como una indemnización superior al millón y medio de pesos, por los conceptos de reparación del daño a las víctimas y el coste de los gastos funerarios.
Por su parte, el argumento de los defensores es más concreto; aseguran que demostrarán durante el juicio que hay una duda razonable sobre la responsabilidad de sus defendidos; “la duda genera absolución, su señoría”, pronuncia uno de los defensores reaciamente.
Por lo anterior, es que piden una condena absolutoria para quienes están detrás de su mesa de trabajo.
La sesión de hoy empezó cargada de información, el primero de los cuatro testigos programados para este día apareció en el estrado; es una agente adscrita a la Agencia Estatal de Investigación, fue una de las encargadas de procesar la escena del crimen aquella madrugada del 16 de noviembre.
Esa ocasión, la agente llegó aproximadamente a las 2:57 horas, junto a uno de sus compañeros. Revisaron el vehículo y encuentraron el cuerpo sin vida, con una herida de arma de fuego, incrustada en el ojo izquierdo.
Además, en el asiento posterior, pegado a la puerta trasera del piloto, permanecía un celular de la marca Motorola, de color dorado. En el procesamiento de la escena, un sobrino de la víctima, llegó a acercarse, identificó a Ismael y les indicó que el vehículo es suyo, que se lo había prestado a su tío.
Sobre el celular dorado, mencionó que no era de su familiar, él llevaba dos celulares de la marca Samsung, ninguno con las características que los agentes habían encontrado dentro del vehículo.
Los agentes revisaron el contenido del celular, mismo que aseguraron que estaba desbloqueado, se metieron al historial de llamadas, mensajes y fotos, y dentro de la galería, encontraron una foto de una credencial de elector y un hombre que posaba con un arma color rosa.
La agente mencionó que ella comenzó el procesamiento de la escena y se dirigió hacia las oficinas de la Fiscalía General del Estado para realizar las diligencias correspondientes; su compañero se fue hacia el domicilio indicado en la foto de su credencial.
Por comunicaciones con su compañero, se enteró que más tarde, ese mismo día, del arrestó a uno de los acusados que se encuentra dentro de esta sala.
Cuando comenzaba el contrainterrogatorio de la defensa, el mar de dudas que intentaban disipar con sus argumentos, se presentó en su mesa de trabajo; la confusión de documentos provocó que no llegara más allá y la testigo terminó por ser liberada.
El segundo en entrar a escena fue su compañero, a quien hizo referencia durante su testimonio. Confirmó gran parte de lo dicho por su compañera, asegura que, a las 9 horas, llegó al domicilio que habían encontrado en la foto de la credencial de elector, del hombre identificado como Carlos. Tocó la puerta y no obtuvo respuesta.
Hasta las 12:30 horas, se encontró con un hombre y una mujer, que se identificaron como los padres del hombre que iba a buscar; le dijeron que no vivían ahí, pero que su casa estaba a pocos metros de donde estaban, sobre la calle Emilio Campa, de la colonia Chihuahua.
Alrededor de las 13:10 horas, encontró el domicilio que le habían indicado los padres. Solicitó apoyo por radio comunicador a los compañeros que se encontraban cerca y procedió a ingresar a la casa indicada.
Se encontró con un hombre alto, delgado, con barba de piocha, una playera sin mangas, short y sandalias, que mostraba una actitud de nerviosismo. Al interactuar con él, le dijo que él no había participado en la muerte del Uber; le colocó las esposas e hizo una revisión, en la que encontró uno de los celulares propiedad de Villagómez y 2 envoltorios con cocaína.
Posteriormente, les dijo que conocía a dos personas que estaban involucradas y que sabía dónde vivían. El agente, les comunicó esta información a dos agentes que vinieron en su apoyo, quienes se trasladaron a ese lugar.
Por comunicaciones posteriores, se enteró que habían detenido a dos hombres, uno de ellos, Jesús A.C.L., el segundo hombre imputado por el asesinato del fotoperiodista.
Después de ello, hizo las cadenas de custodia para los objetos que aseguró y se retiró a su oficina, para la elaboración de los informes correspondientes.
En su interrogatorio, la defensa de los acusados recriminó la manipulación del dispositivo encontrado en el vehículo, debido a que no fue asegurado por el agente y tampoco manifestó en ningún informe que lo que hizo fuera parte de su investigación.
Además, preguntó si las detenciones realizadas fueron hechas bajo el argumento de la flagrancia, debido a que, del momento del procesamiento de la escena hasta que les colocaron las esposas a los detenidos, habían transcurrido más de 7 horas.
El interrogatorio terminó y con ello, se dio entrada al tercer personaje en esta historia; uno de los agentes de la AEI que había ido a realizar el arresto al segundo domicilio mencionado.
Contó que ahí se encontraron con dos hombres, uno de ellos, les apuntó cuando los vio acercarse a su casa, pero posteriormente se resguardó dentro del domicilio. Él, acompañado de otro agente, ingresaron al domicilio y sometieron a dos personas; dos hombres, los que había indicado el primero de los detenidos.
En el lugar, se aseguró un arma de fuego tipo pistola, de color rosa y dos teléfonos celulares.
Para la defensa, llama la atención que no coinciden las horas que cuenta el agente con las que dijo el compañero que lo había precedido; aseguró que antes de las 13:10 horas tienen contacto con su compañero, por medio del radio de sus unidades.
Llegaron al primer domicilio a las 13:15, donde se encontraba su compañero, con el hombre ya detenido, este les dijo la dirección de la segunda casa, a la que llegaron a las 13:20 a realizar la segunda detención.
Se pide un breve receso en la corte, en la que ambas partes del conflicto legal salieron a refrescar las ideas, para que el debate continue con el último testigo de la jornada; una agente adscrita al área de Criminalística de campo de la FGE.
A través de la serie fotográfica que recaudó, indica con detalle lo que encontró en aquella escena; el cuerpo sin vida de Ismael, las heridas que sufrió y las diligencias que hizo para encontrar indicios.
En las pertenencias que encontraron dentro de su ropa, estaba una cartera, que quedó en uno de los compartimentos de la puerta del conductor; dentro estaba su credencial de elector, permiso de conducir y un gafete color rojo con blanco, del Heraldo de Juárez, que lo acreditaba como fotoperiodista.
Dentro de las conclusiones que llegó al concluir el peritaje, se puede inferir que el periodista fue asesinado por un disparo de arma de fuego, sus atacantes, estaban dentro del vehículo, en la parte de atrás.
Al estar manejando, Ismael se encontraba indefenso ante sus atacantes, por lo gastado de uno de sus neumáticos, y el hecho que el vehículo fue encontrado encendido y en posición de “Drive”, se infirió que, en sus últimos instantes, el periodista trató de huir, pero el impacto que recibió fue fulminante y terminó por impactar su vehículo contra un automóvil estacionado.
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