Cada que llueve en Juárez el paso a desnivel de la avenida Insurgentes y Libertad se convierte en el estanque atrapa incautos, pues que creen que sus vehículos podrán cruzar el charco sin mayor problema.
Grave error, porque los arriesgados guiadores terminan varados a la mitad del estanque, ante la gran cantidad de agua que ahí se acumula.
El panorama en ese punto es desalentador, ante la suciedad y las obras inconclusas que avanzan lento desde hace meses.