Esther es una mujer oriunda de San Isidro Pascual Orozco, Chihuahua. Nació un 25 de abril de 1945. Fue educada, formada y acompañada por otras mujeres como su abuela Julia Franco de Orozco, su madre Sofía y su hija Sofía Alejandra, bajo las lecturas de la científica y feminista Virginia Woolf y Rosa Montero, escritora española.
Ella está convencida de que la ciencia no es un lujo. Que se requiere darle mayor impulso para que las niñas y los niños estudien y que los gobernantes le den el valor que se tiene para el desarrollo del país.
«En la vida uno tiene que explorar varios caminos para complementar y construir el proyecto personal. Aprendí desde niña que todo se debe hacer porque lo sientes. Yo pongo todo lo que traigo, ya sea como estudiante, investigadora o formadora de nuevos investigadores».
Para Orozco la ciencia no es un lujo, algo para quedar bien en los espacios multilaterales y que en las crisis la quitan. La ciencia y tecnología son los fundamentos para la construcción de una sociedad; por lo tanto, es necesario, invertir en infraestructura para la creación, diseño y distribución de vacunas en el país.
Aunque ve a un México que avanza, la preocupación de que con la pandemia se estanque y no se pueda recuperar el tiempo perdido está latente.
Esther Orozco: la confianza en el talento nacional para crear una vacuna
Muchos tienen las esperanzas puestas en Pfizer, AstraZeneca y Cansino, ella confía en el talento nacional. Por eso la investigadora, que inició su formación académica como normalista, coordina el consorcio que forman científicos y empresas mexicanas.
Estudió Química en la Universidad Autónoma de Chihuahua, para continuar con el doctorado en Biología Celular en el Instituto Politécnico Nacional. Es química, bacterióloga y parasitóloga e investigadora, en la actualidad radica en la Ciudad de México.
“Siempre fui buena en las ciencias exactas y nunca les tuve miedo”, ese valor y voluntad han empujado su carrera. Hoy, cumpliendo con su compromiso social, y a sus 75 años de edad, es la mujer que encabeza el consorcio con la meta de producir la vacuna contra el Covid.
“Tenemos un ejército pequeño pero fuerte de científicos y empresas que están en la línea de investigación. No a la velocidad que otros países o trasnacionales, porque no contamos con la infraestructura ni logística”, explica la exrectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Orozco asegura que México tiene la capacidad para hacer la vacuna contra el Covid, y que tiene que ser de acceso universal, porque así lo planteó el Gobierno mexicano a la ONU. Los países estuvieron de acuerdo en que la vacuna tiene que llegar a todos partes, más allá de las condiciones socioeconómicas.
Finalmente, Orozco espera que para el primer semestre del presente año la vacuna mexicana esté lista para empezar a utilizarse.
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