El panteón luce más vacío que de costumbre para esta fecha, es una conclusión a la que llegan algunos de los comerciantes y “limpia tumbas” que se encuentran en el lugar. Son las 9 de la mañana del jueves 2 de noviembre de 2023 y la entrada del Panteón de la Chaveña luce menos concurrida de lo que cualquiera esperaría.
Sin embargo, al irse adentrando en el lugar, se comienza a observar a aquellas familias madrugadoras que van y vienen con botes de agua y en cuyas manos comienzan a formarse callos derivado de utilizar la escoba, cortar flores o acomodar piedras en el suelo para honrar a los que ya se fueron ahora en su día.
Ignacia Severina de Bustillos y Ramón Bustillos
Hijos, nietos y hasta bisnietos son los que se encuentran limpiando y acomodando flores en la tumba de la señora Ignacia Severina de Bustillos y Ramón Bustillos, que desde hace más de 7 años dejaron el plano terrenal.
Su hijo, Pablo Bustillos, es quien dirige y junto con sus hijas y nietos van acomodando las distintas flores en la tumba. En su mayoría son cempasúchil, pero también les llevaron flores blancas y guindas, para darle más color a su tumba.
El señor Pablo enfatiza en que sus padres le enseñaron a toda su familia la importancia de compartir sin pedir nada a cambio e indicó que mientras estuvieron en vida hicieron todo por darle una mejor calidad de vida a su familia, principalmente su madre que vivió hasta los 81 años.
Para él es importante traer a su familia no solo para enseñarles la importancia de estar cerca de la familia, sino que también se debe honrar a todas las personas que mientras estuvieron en vida nos proporcionaron momentos de felicidad.
Virginia Calderon y Consuelo Núñez
Con una escoba en la mano y sosteniendo la puerta que da entrada a la tumba, se encuentra Anabel Calderón, sobrina de la señora Virginia Calderón y nieta paterna de Consuelo Núñez.
Acompañada de su madre, Anabel continúa siendo parte de la tradición de recordar a sus familiares que partieron de este mundo hace 41 y 28 años, respectivamente. Señala que este día es importante principalmente para limpiar las tumbas y para darle un mayor colorido a la última posada de sus familiares.
“Siempre se recuerdan y están en nuestro corazón, es importante por la tradición y que vienen a visitarnos hoy a la tierra, para que vean si nos acordamos de ellos”, puntualizó.
Leopoldo Gurrola Torres
Una montaña hecha de piedras adornada con un camino de flores de cempasúchil en el medio y flores rojas que adornan los costados, es lo que familiares del señor Leopoldo Gurrola prepararon para honrar su memoria durante este día de muertos. Desde antes de las 9 de la mañana, comenzaron a trabajar en la tumba que quedó completa tras una ardua hora de trabajo.
Su hija contó que desde que tiene memoria acude a los distintos panteones de la ciudad; el Panteón San Rafael y el Recinto de la Oración, son otros dos camposantos donde su descendencia descansa.
Contó que en esta ocasión, ella y sus familiares no pudieron ir a los demás panteones, por lo que ahora tocaría realizar la limpieza únicamente a su papá.
“Irelo, papá, que bueno que lo pusimos guapo para su foto”, comentó su hija con emoción.
Enriqueta Gutiérrez
Llegada a Ciudad Juárez en 1952 de Santa Bárbara, Chihuahua, la señora Enriqueta Gutiérrez vivió 7 décadas en la ciudad hasta su fallecimiento a los 93 años, así lo cuenta su hija Celia, que junto con sus 3 hermanos limpiaban la tumba de su mamá y abuela.
“Una muy buena mamá, pero muy buena mamá, muy bonita” es como la describen sus hijos que la perdieron hace un año y quienes resaltan que realizaron el viaje hasta el panteón “por cariño, por amor y porque nunca la vamos a olvidar mientras tengamos vida”.
Además de visitar a su madre, los hermanos resaltaron que ahora tendrán una mañana bastante ocupada porque dentro del mismo panteón visitarán los restos de hijos y abuelos que también dejaron el plano terrenal.
Para ellos es una creencia y una tradición anual no solo venir a visitarlos este que es su día, sino también estar con ellos en fechas importantes, como el Día de las Madres, o simplemente para limpiar las tumbas en cualquier fecha disponible que tengan durante el año.
“Como dice en la película de Coco, es importante no olvidar a los muertos, porque por ellos estamos aquí, si los olvidamos entonces ya no existen”, concluyeron.