Después de la llegada de la nueva mascota al Parque Central, la frontera desbordaba de alegría, pero no todo son flores.
Así como muchos lo celebraron, otros tantos lo desaprobaron, y esto debido a la experiencia previa que le tocó vivir a Modesto, el antiguo inquilino del Parque Central.
En una de varias publicaciones expusieron las condiciones en las cuales el morador del parque público sobrevivió los crudos inviernos de la ciudad. Pero lo que más han desaprobado es la soledad que rodeó al gigante en casi veinte años.
Circularon también en las redes, imágenes del hogar previo (en Culiacán) de donde trajeron a ‘Benito’, un lugar frondoso (obvio, el clima de Culiacán es diferente) y lo más visible, con media docena de compañeros entre antílopes, otra jirafa, un avestruz, un camello y otras especies.
Los inconformes también señalan que el espacio reducido es otro de los motivos por lo que el lugar es inadecuado, y terminan con la frase «Ciudad Juárez no necesita otra jirafa».
Incluso hay una petición en donde están juntando firmas para solicitar enviar al gigante a un lugar adecuado para él.
¿Usted, qué opina?
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