Los gobiernos estatal y municipal no están aplicando estrategias adecuadas para controlar el tráfico en la ciudad y esa omisión está poniendo en riesgo a la ciudadanía, tanto a quienes conducen automóviles como a los peatones, coincidieron especialistas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y la asociación civil Plan Estratégico de Juárez (PEJ).
Luego del fatal accidente ocurrido la madrugada del domingo 2 de noviembre, donde cinco personas perdieron la vida y una más se encuentra grave en un hospital del IMSS, el sociólogo Nemesio Castillo y Abelamar Chacón, del área de Contraloría en PEJ, señalaron omisiones sistemáticas de parte de las autoridades, para que las vialidades de la frontera sean más seguras.
De acuerdo con Nemesio Castillo, doctor en Ciencias Sociales por la UACJ, el problema tiene su origen en que las medidas que se adoptan en el municipio son reactivas, no existe una estrategia basada en análisis científico.

“Las medidas que se implementan no son sistemáticas, son momentáneas, y eso evidencia que no hay ninguna consistencia, un instrumento que guíe de manera ordenada lo que se tiene que hacer”, remarcó en entrevista.
Apuntó que es como si la autoridad local estuviera trabajando en episodios que no tienen continuidad y por lo mismo no se generan cambios importantes en el diseño y vigilancia de las vialidades principales, por ejemplo, considerar la posibilidad de aplicar foto multas, y no únicamente pensar en poner o no poner agentes.
“Hay avenidas principales que concentran el mayor número de accidentes y yo considero que el Municipio, lamentablemente, se rige solo por un sentido común pero no hay un estudio científico, basado en un diagnóstico, que este dirigido a reducir el número de accidentes y el número de muertes”, apreció.

Con 15 años de experiencia como profesor investigador en las maestrías de Trabajo Social y Ciencias Sociales para el Diseño de Políticas Públicas, Castillo sostuvo que no se están aplicando reglamentos basados en fundamentos científicos o en experiencias de otras partes que hayan sido funcionales.
“Como ocurre en el bulevar Cuatro Siglos, cuando suben o bajan el límite de velocidad, o en general cuando aumentan o disminuyen el número de agentes, lo cual denota que no tienen una visión sistemática, organizada”, apuntó.
Tampoco se trata -aclaró- de poner retenes o el alcoholímetro, sino de cambiar la perspectiva y hacer cosas distintas, como en Estados Unidos, donde en algunos bares se ofrece el servicio de traslado a la persona, si está en estado inconveniente.

“Si le aplicas dentro del consumo, el costo de un Uber, no es una medida tan costosa; la empresa estaría obligada a ofrecer el servicio de trasladado a casa y cuidar el vehículo del cliente mientras vuelve por él”, comentó.
Refirió que los alcoholímetros no han dado resultados, porque generan mecanismos de corrupción o abuso de autoridad y la gente sigue tomando y manejando y siguen perdiendo sus licencias.
Pareciera que el Gobierno se moviera en una lógica recaudatoria, y no en el beneficio de la ciudadanía, agregó.
“Yo entiendo la preocupación del alcalde, pero una cosa es que te preocupes y otra es que pienses en medidas efectivas e ideas claras que ayuden a reducir los accidentes”, afirmó.

Doctor en Ciencias Sociales por la UACJ y egresado de la licenciatura en Sociología en la Universidad Veracruzana, Castillo remarcó que el problema no se resuelve poniendo más vigilancia, sino “pensar en alternativas que ayuden y para eso hay que repensar la movilidad urbana”.
Recordó que, en los años prepandemia, existía un convenio de colaboración con el Observatorio de la UACJ, en el que se hacía un estudio de la movilidad y se compartían sus análisis y diagnósticos con el municipio.
Ahora -lamentó- ya no hay convenios de colaboración del municipio con áreas especializadas, que hagan recomendaciones específicas sobre problemáticas que se presentan, por ejemplo, trazar cuáles eran las vías o los cruces donde se presentaba el mayor número de accidentes y en base a eso tomar decisiones de diseño vial.
Dentro de la misma problemática, dijo, se debe observar que el transporte público de la ciudad, que es responsabilidad del Gobierno del Estado, no resuelve los traslados a las colonias o a Ciudad Universitaria.
“Deberían apostarle a un servicio público eficiente, no como que no haya forma de moverse en la noche, si no es en Uber”, indicó.
Culpar a las víctimas sigue siendo el discurso oficial
De acuerdo con Abelamar Chacón, del área de Contraloría se la asociación civil Plan Estratégico de Juárez, las autoridades repiten el discurso de responsabilizar a las víctimas y a las personas involucradas en este tipo de hechos, incidentes y fatalidades.
“Sí hay responsabilidad en ellos -los ciudadanos- pero las autoridades han dejado de asumir la responsabilidad que ellos mismos tienen, porque la ley dice que las autoridades tienen la obligación de garantizar la seguridad vial de las personas”, señaló.
Refirió que, de parte del Gobierno Municipal, la ciudad no tiene elementos como infraestructura de equipamiento vial, “que promueva la seguridad de las personas que transitamos por la vía pública”.

Tampoco hay -sostuvo- políticas públicas encaminadas a prevenir estos hechos lamentables que se repiten cotidianamente en la ciudad, “tenemos que hacer cosas diferentes, no podemos seguir haciendo lo mismo”.
Para el tema estatal también existe responsabilidad por la expedición de licencias de conducir, donde parece que es más un tema recaudatorio, cuando que, debe ser algo revisado a conciencia y que se tome con la debida seriedad porque tiene un impacto en la seguridad de las personas, remarcó.
De acuerdo con Chacón, las autoridades han sido omisas, porque la educación y la cultura vial se crean con infraestructura, con comunicación, con sanciones y con autoridad presente.
“Están haciendo muy poco por la seguridad de las personas que transitan, caminan o conducen por la vía pública”, apuntó.
Por ejemplo, citó, desde 2019 la ley establece que en zonas urbanas la velocidad máxima no puede ser arriba de 50 kilómetros por hora, y aquí hay vialidades donde se permiten 60 kilómetros por hora como Adolfo López Mateos, el Cuatro Siglos o la Plutarco Elías Calles.

“Eso es un riesgo porque a esa velocidad difícilmente se reacciona”, agregó.
De acuerdo con Chacón, Juárez no tiene su equipamiento vial actualizado y eso es un riesgo para la comunidad.
Es lamentable que ocurran estos accidentes con tanta frecuencia y que la autoridad siga omitiendo lo que establece la ley de movilidad y seguridad vial, cuando todavía actualmente, el Gobierno Municipal sigue construyendo calles sin banquetas y puentes peatonales, en lugar de hacer que los automovilistas reduzcan la velocidad, opinó.
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