Durante esta mañana, dentro de la Sala 1 de audiencias, al interior de Ciudad Judicial, continuó el juicio en el que se acusa a 5 personas de intento de homicidio y lesiones dolosas contra policías municipales en hechos que acontecieron durante la madrugada del 12 de agosto de 2022, durante el llamado “Jueves Negro”.
En esta ocasión, el Ministerio Público llamó a declarar a otros dos policías municipales que también participaron en los hechos violentos de aquella jornada y que, según sus testimonios, fueron los encargados de arrestar a tres hombres que intentaron huir del domicilio al momento de verse superados por los agentes municipales.
Los uniformados que en esta ocasión se presentan ante los jueces, llevan un semblante más tranquilo que el de sus compañeros de la jornada anterior. Visten ropa cómoda y sus respuestas son más sencillas, directas y el Ministerio Público batalla un poco más para dar detalles específicos de la historia.
Al igual que sus compañeros, relatan que estuvieron el Cereso y saliendo de aquel motín, se dieron cuenta que la ciudad estaba convertida en un caos que no cesó en todo el día ni en toda la noche.
Recuerdan la camioneta Tahoe color guinda, que les habían mandado un reporte que dentro había hombres armados, que llegaron hasta el cruce de las calles Ajenjo y Copaiba, en la Ampliación Aeropuerto.
Que el conductor de la camioneta se paró enfrente de un domicilio, que bajó con un arma de fuego en la mano y que comenzó a dispararles.
Se acuerdan que había unos hombres que abrieron la casa al hombre que bajó de la camioneta, que justamente después comenzó una “lluvia de balas” inmisericorde. Que uno de sus compañeros fue herido en el vientre.
Cuentan que pensaron que lo habían matado, pero que escucharon que gritó “¡sigo vivo, cabrón!” que les dio esperanza para arrastrarlo por la calle y resguardarlo detrás de una patrulla.
Coinciden en que inmediatamente llegó el apoyo y que con una camioneta lograron tumbar el barandal de la casa para ingresar al domicilio. Pero los policías que hoy se encuentran en el estrado en condición de testigos, son agentes policiales con más de 5 años de experiencia y lograron percatarse que en el techo había personas que les estaban disparando.
Una vez que sus compañeros estaban ingresando al domicilio, ellos decidieron correr hacia la calle que estaba detrás. Sus años en la fuerza policial les indicaban que iban a intentar huir de la escena a través de los techos, por lo que trataron de adelantarse persiguiéndolos a pie.
Una vez en la otra calle, los agentes vieron un vehículo Chevrolet Beat color naranja, que se encontraba detenido y con las luces intermitentes encendidas, los agentes lo vieron y lo detuvieron, quienes estaban en su interior no ofrecieron resistencia y terminaron por entregarse.
Según relata uno de los agentes, un vecino que estaba en el lugar y que escuchó la balacera, tenía una grabación en la que se observa el momento en el que los hombres estaban saltando por los techos. Asimismo, se ve cómo se tiran desde lo más alto de la casa, de dos pisos, para caer sobre el parabrisas de un vehículo y huir en dirección al Beat naranja que estaba esperándolos en la acera.
Los agentes describen que uno de ellos venia en el asiento del conductor y los otros estaban en la parte de atrás. Los agentes se paran frente a ellos y los tripulantes, que estaban desarmados, se entregan sin resistencia a los policías.
El incómodo cuestionario de la defensa
Los testigos que narran estos hechos son proporcionados por el Ministerio Público, y en su cuestionario inicial con la representante de la Fiscalía General del Estado, se muestran más confiados y seguros en sus respuestas.
Sin embargo, cuando toca el momento de hablar con la defensa, es cuando entran los nervios y las dudas. No es que utilice una técnica muy sofisticada ni que los atosigue de una forma inmisericorde, más bien se toma su tiempo, demasiado.
Aprovecha cada segundo para buscar y rebuscar documentos, entre pregunta y pregunta, se forma un silencio incomodo dentro de la sala, dando tiempo a la incertidumbre a que entre poco a poco en las mentes de quienes están en el estrado.
No obstante, el tono pausado y tranquilo de pronto se vuelve un chispazo fugaz y rápido al momento de señalar contradicciones en el relato de los agentes. Cuestiona si únicamente ellos dos pudieron detener a las 3 personas del vehículo, ambos confirman que sí, que los demás elementos de Seguridad Pública estaban del otro lado.
No obstante, ninguno de los dos recuerda haberse percatado si el vehículo estaba encendido al momento de la detención, o si aquellos hombres eran los que estaban atacándolos desde el techo, donde habían quedado sus armas, dado que en el domicilio solo habían asegurado 3 armas largas que pertenecían a los 3 hombres arrestados al interior.
Por ahora, las preguntas de la defensa y el Ministerio Público terminan. El rostro de los policías, que comenzaba a ser carcomido por el nerviosismo, se llena de paz y tranquilidad al momento de escuchar el agradecimiento del Juez por haber participado en el juicio, junto con el anuncio de que ya no serán requeridos para futuras audiencias.
La batalla legal de este día termina, pero continuará mañana con el resto del desahogo de pruebas en el caso que enfrenta a 5 hombres por el intento de homicidio contra agentes de la Policía Municipal.
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