Cerrar el cruce de carga comercial por el puente Libre con el argumento de la contaminación, como lo están haciendo organizaciones vecinales en El Paso, sería igual a echarle la basura al vecino, opinó este viernes el delegado del a Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), Marcelo Vázquez Tovar.
“Es como el vecino que barre su casa, junta toda la basura y la vierte al vecino de al lado, así es como lo estamos viendo nosotros; quieren mandar toda esa contaminación para el lado del este”, reprochó.
Recordó que la Administración General de Servicios de los Estados Unidos (GSA por sus siglas en inglés), inició el proceso de un proyecto de remodelación del puente Libre que implicaría cerrar el cruce de carga comercial por esa estructura.
Por los posibles impactos económicos y ecológicos para Juárez, dijo, la Anierm gestionó una petición a la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA), que trabaja paralelo al Tratado de Libre Comercio México Estados Unidos y Canadá (TMEC), que revisara si Estados Unidos había hecho los estudios necesarios para asegurarse que no habría un impacto ecológico en la franja fronteriza.
“Lo pedimos porque las 190 mil cargas que pasan al año por el puente Libre, obviamente se van a ir por otros cruces, sobre todo el de Zaragoza-Ysleta, llevándose la contaminación a esa zona, que está más poblada del lado de Juárez”, indicó.
Dicha organización ambiental, apuntó, ya empezó el trabajo de investigación para ver si la decisión de cerrar, afectaría o no a decenas de miles de juarenses.
De acuerdo con Tovar, entre quienes se oponen a que el puente siga funcionando como hasta ahora, hay desconocimiento sobre lo que implica cerrarlo, en materia ambiental, económica y logística.
“Ni la ciudad de El Paso ni Juárez, tienen la infraestructura para mover esos 190 mil camiones anuales por Zaragoza, porque difícilmente se irían al puente de Tornillo o al de Santa Teresa”, precisó.
Puente Libre, 30 años moviendo a la frontera
Recordó que, desde hace más de 30 años el Puente Libre fue remodelado con dos colaterales, uno para los vehículos y el otro para la pura carga comercial específicamente, y quedó diseñado al 100 por ciento para vehículos de carga pesada.
Incluso, se remodelaron los andenes, se agregaron bahías de revisión para los camiones y oficinas administrativas del lado estadounidense.
En ese sentido, dijo que es el único equipado con certificaciones para el cruce de ciertas mercancías que no pueden cruzarse por otros puentes.
Precisamente por eso, añadió, es usado por el comercio de Pequeñas y Medianas Empresas (PyME), para evitar las largas filas que se provocan en el Puente Zaragoza por el movimiento de la industria maquiladora.
El empresario planteó que el proyecto de la GSA significaría mucha más contaminación, porque contempla aumentar de 14 a 40 las casetas para revisar autos particulares.
Calculó que con las 14 garitas que existen actualmente, pasan cerca de 34 mil vehículos particulares diarios, y al aumentar a 40 serían casi 100 mil.
Tomando en cuenta que un tractocamión contamina lo mismo que seis vehículos, según estándares internacionales, al aumentar a 40 garitas para vehículos particulares es lo mismo que si metieran otros 16 mil tractocamiones diarios por ese cruce, a ese grado sería la contaminación.
Vázquez comentó que a la fecha no se ha dado un diálogo internacional entre autoridades federales, para anunciar oficialmente el cierre del cruce.
Calificó como irresponsable que haya personas que protestan a favor del cierre, en el lado de El Paso, sin la información adecuada.
“Para que nosotros los juarenses podamos comer, vestir y tener empleos, y también los paseños, es importante estos cruces de carga, porque son ciudades hermanas que realmente se dedican a la industria en paralelo. Claro que podemos buscar alternativas para reducir la contaminación, pero no se trata de echársela a los vecinos o cerrar un puente sin los estudios correspondientes”, insistió.
Hasta que no se den las condiciones de tener la conectividad de un polo desde Tornillo hasta Guadalupe, no se puede dar el cierre de ese puente, remarcó.
Acerca de que el gobierno estadounidense pueda cancelar el proyecto del cierre no hay datos oficiales, pero ellos creen que sí lo van a frenar.
“No es ambientalmente viable, genera mucha más contaminación y a la vez obstaculiza a la economía de nuestras ciudades”, comentó.
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