Cuando los vehículos están detenidos, con motor andando, es cuando contaminan más, y por eso tener tiempos de espera más prolongados en un cruce internacional, como el Puente Libre, es una actividad altamente contaminante.
Así lo señaló el coordinador del Centro de Ciencias Atmosféricas y Tecnologías Verdes del Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Felipe Adrián Vázquez Gálvez.
El daño es aún más grave cuando las condiciones atmosféricas son más estables, es decir, que no hay viento o lluvia, porque la dispersión de partículas se hace muy gradual, explicó Vázquez Gálvez.
Sostuvo que los motores a diésel generan hollín y carbono negro, y eso tiene un impacto a la salud muy severo por las partículas finas y ultrafinas que se generan.
Los autos a gasolina, cuyos motores están en condiciones no óptimas, pueden generar monóxido de carbono, cuya exposición prolongada es letal para el ser humano, refirió.
Otro de los elementos contaminantes que se generan por la combustión de estos vehículos –planteó Vázquez– son los llamados óxidos de nitrógeno, consistentes en gases que producen una nata parda en la ciudad y a la vez generan dióxido de nitrógeno.
Al reaccionar a los rayos ultravioleta del sol en el verano, se pueden transformar en un compuesto muy agresivo denominado ozono, precisó.
De acuerdo con el especialista, Ciudad Juárez está fuera de los umbrales óptimos en materia de ozono y partículas suspendidas. Ambas son variables que se usan para medir la calidad del aire en todo el mundo.
Apuntó que el problema de contaminación en el Puente Libre ha sido tan severo que, en el lado estadounidense, quienes viven en la zona habitacional de los alrededores, pasando el freeway, ya se organizaron para proteger su salud.
Se hizo estudio de impacto ambiental para empujar la renovación de BOTA –siglas con las que se conoce el puente en el lado estadounidense– a fin de abrir veinte líneas y quitar los camiones de carga.
Al dejar solo el cruce para peatones y autos, van a controlar la exposición de estos contaminantes peligrosos en esa comunidad, explicó.
Estimó que en el lado mexicano no se ha reaccionado como debería, en el sentido de que todos estos camiones que ya no cruzarán por BOTA se van a ir al lado de Zaragoza “y ahí sí tenemos población expuesta, en el lado mexicano, en zonas como Waterfill y Satélite”.
Vázquez señaló que, aunque el volumen de contaminantes puede ser mayor en los autos a gasolina, el impacto en la salud de las emisiones a diésel es mucho más relevante.
Otros afectados –añadió– son los árboles que hay en El Chamizal. Aunque tienen un rol importante en limpiar el aire, la contaminación puede afectar sus hojas y estresarlos, al grado que las plagas y la sequía pueden afectarlos más, refirió.
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