A dos semanas de que fue detenido el segundo migrante acusado de provocar el incendio donde murieron 40 personas, su hermano aún confía en que habrá un milagro y que Carlos Eduardo C.R. quedará libre.
Jordan reitera a Norte Digital que su hermano es inocente, que la acusación que le hacen es falsa y como prueba máxima expone que pudo haberse ido de Juárez tras ser dado de alta del hospital donde estuvo en estado de coma por 21 días, pero no lo hizo, porque nunca imaginó que fuera a ser acusado de algo tan grave.
Agrega que según las acusaciones que se hacen, Carlos Eduardo traía un pantaloncillo corto o bermuda el día 27 de marzo pasado en que se registró la tragedia en la estación provisional migratoria, sin embargo eso es irreal, porque en realidad portaba pantalón normal, largo.
Jordan señala que están en manos de Dios y él hará que sea exonerado para continuar su sueño de ir a Estados Unidos a pedir asilo político.
Dice que la madre de ambos ya está enterada de la detención de Carlos Eduardo y se ha puesto enferma, porque considera que se trata de una injusticia. Aunque menciona que no ha podido verlo desde hace dos semanas, los últimos instantes que tuvo oportunidad de estar con él se dio cuenta de lo difícil que fue su arresto.
Agrega que Carlos “se siente agraviado, hermano, con lo que está pasando, de estar en la muerte, a ser acusado”.
Indica que tras el arresto de su pariente, ahora ya está muy desconfiado de todas las personas y se siente en estado de zozobra, porque está en una ciudad tan alejada de su país, Venezuela, donde no conoce a nadie y está sin absolutamente nada de dinero y sin tener oportunidad de conseguir un empleo.
Jordan comenta que cuando se enteró de que su hermano resultó lesionado en la estación migratoria, buscó la forma de venir lo más pronto que pudo a Juárez, ya que él estaba en Venezuela.
Anota que su madre se siente muy triste por lo que ha pasado, “está enferma, pero qué podemos hacer, así es la ley y qué vamos a hacer, no podemos hacer nada contra el viento, contra el mar, contra todo. No podemos hacer nada, solamente como dicen los dichos… esperar la voluntad de Dios, esperemos el veredicto, qué pasará”, afirma.
Explica asimismo que su hermano, hasta antes de su detención, nunca tuvo una entrevista o que le hayan pedido una declaración.
“Ellos tienen que demostrar eso”, enfatiza Jordan acerca de la acusación que le hacen de homicidio contra 40 migrantes.
Dice que según su hermano, sí traía un pantaloncillo corto el día referido, pero debajo de su pantalón largo, “pero no creo que hayan tenido un ojo biónico para verlo” los supuestos testigos.
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