Más poderoso que el té verde tradicional, el matcha es una bebida que más allá de estar de moda, posee muchos beneficios para tu salud.
Entre ellos, fortalece el sistema inmunitario y reduce el estrés, ayuda a eliminar líquidos, estimula la mente y relaja el cuerpo, reduce el colesterol y mantiene sanas las arterias.
Origen
El té matcha proviene de Japón, donde es utilizado principalmente para la ceremonia del té.
Al igual que casi todos los tés, este se obtiene de la planta Camellia sinensis pero a diferencia de lo otros, antes de su recolección las hojas se tapan y se esconden de la luz solar, lo cual genera que la planta produzca hojas de un intenso color verde y con más aminoácidos.
Una vez que están listas, las hojas son seleccionadas a mano y se someten a vapor para retirarles las venas y cualquier impureza que pudiera llegar a estropear su sabor.
Después de este proceso, se pasa al molido, dando como resultado un polvo muy fino que conocemos con el nombre de té matcha.
Sus grados
Ceremonial y culinario son los grados en los que se divide este té.
El primero es de alta calidad y se distingue por su color verde vibrante, un aroma dulce y sabor ligeramente amargo.
Mientras que, el segundo es de baja calidad, tiene un tono verde oscuro y sabor amargo; se utiliza principalmente en la elaboración de repostería y helados.
Propiedades
Vitaminas como la C, aminoácidos y minerales antioxidantes, entre ellos el magnesio y zinc, forman parte de sus propiedades.
El matcha también es un desintoxicante natural, siempre y cuando su consumo sea controlado y llevando una alimentación saludable.
¡Ojo al comprarlo!
Expertos recomiendan comprarlo puro sin endulzantes ni aditivos como las leches en polvo. Si quieres prepararlo en casa, compra el polvo puro (ceremonial) y disuélvelo en agua o leche caliente; lo puedes endulzar con miel o con tu endulzante favorito.