Los médicos dijeron que presentaba síntomas de tétanos
Decía Juan Verdaguer, aquel fino comediante: "Para ser un buen humorista hay que ser audaz, y yo soy audaz. Hay que ser inteligente, y yo soy audaz". Pues bien: esa audacia me lleva hoy a narrar un cuento que, lo reconozco, no debería ver la luz en domingo