Las fuertes lluvias que azotaron Rio Grande do Sul, el estado más austral de Brasil, han dejado un rastro devastador, con al menos 100 personas fallecidas y más de un centenar aún desaparecidas, según reportes oficiales divulgados este lunes.
Las tormentas golpearon a más de dos tercios de las casi 500 ciudades del estado, resultando en unas 122 mil personas desplazadas, según la autoridad estatal de defensa civil.
Las consecuencias fueron desastrosas: carreteras y puentes destruidos, corrimientos de tierras y el colapso parcial de una presa en una central hidroeléctrica.
El gobernador Eduardo Leite advirtió que el número de víctimas mortales podría aumentar significativamente a medida que los equipos de rescate accedan a más áreas.
La defensa civil informó que 111 personas permanecen desaparecidas, una cifra que ha ido en aumento en los últimos días. El domingo, se registraron al menos 100 muertes y 105 desaparecidos.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, junto con gran parte de su gabinete, visitó Rio Grande do Sul el domingo. Lula aseguró que la burocracia no será un obstáculo para la reconstrucción del estado.
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