Entre la barulla, Leydi Olivia Gómez Hernández alcanzó a escuchar una voz que pidió la parada al chofer del camión donde ella viajaba de pie.
Casi de inmediato, percibió un volantazo y una intempestiva frenada, con tal fuerza que la obligó a soltarse del tubo y abrió la puerta posterior.
Leydi salió expulsada por la puerta trasera de la unidad de transporte público de la línea Express. Su cuerpo dio cuatro vueltas y cayó a la cinta asfáltica, sobre el bulevar Independencia.
Desde ese día, el pasado 25 de enero, Leydi permanece hospitalizada, mientras que el conductor está en libertad, pues dentro de las primeras 48 horas tras el percance, el Ministerio Público (MP) de la Fiscalía General del Estado (FGE) Zona Norte, determinó no ejercer acción penal bajo la premisa de que la compañía aseguradora de la rutera se haría cargo de los gastos médicos.
Sin embargo, nadie ha pagado, dijo Leydi desde una cama del Hospital 71 del IMSS en Torreón, Coahuila, a donde fue trasladada para someterla a una cirugía de columna.
La mujer, de 38 años, sufrió una fractura cervical, fue necesario colocarle un tornillo; también una fractura en el brazo derecho, reparada en una operación practicada en el Hospital 66 del IMSS en Ciudad Juárez. Así como una lesión en el cráneo, un fuerte golpe en la frente y múltiples raspones en el cuerpo y rostro.

El otro dolor de Leydi
Además del dolor físico, Leydi Oliva está lejos de sus hijos, imposibilitada para moverse y sin una fecha para retomar su vida y reintegrarse al trabajo.
“Mis hijos y yo tomamos la ruta ahí por González Talamás, la tomamos por la parte de la puerta trasera, nos tocó ir parados. Ahí por el semáforo, adelantito, alguien pidió la parada y el chofer en ese momento dio como un volantazo, pues es que iba recio.
Dio como un volantazo, yo me solté, vi que la puerta se abrió y ya no alcancé a agarrarme de ningún lado y pues salí volando de ahí de la ruta”, recordó.
Despertar en un hospital, con los huesos rotos
Una conductora particular que circulaba atrás del camión, alcanzó a frenar y colocó su vehículo para proteger a Leydi de ser atropellada por los otros automovilistas.
El chofer, Jesús Manuel M.M., se detuvo a unos 300 metros del punto donde cayó Leydi. Sus hijos descendieron y comenzaron a pedir ayuda.
Un enfermero que viajaba en el camión, auxilió a la pasajera mientras esperaban una ambulancia.
Ella recobró el conocimiento cuando la estaban ingresando al Hospital 66 del Seguro Social.
“Ahí sentí que estaba consciente. Y empezaron con todo, a hacerme estudios, a cocerme la parte de la frente porque pues me rajé toda la frente, parte de la cabeza, me cortaron el cabello, y ya a los días me hicieron una cirugía en el brazo porque tuve una fractura en el brazo derecho, también una fractura cervical y me hicieron una cirugía”, contó Leydi.

Un chofer en libertad y una aseguranza que no ha pagado
Personal de la Coordinación de Seguridad Vial confirmó el accidente e indicó que la causa no se determinó en el sitio, pero el chofer fue consignado al MP de la Fiscalía estatal.
Fue la autoridad estatal quien decidió no presentar el caso ante un juez de Control y ordenó la libertad del operador del camión.
Gabriela Cota, vocera de la Fiscalía General del Estado Zona Norte, informó que el MP no judicializó el asunto porque el operador y el dueño de la concesión presentaron la póliza del seguro y el representante de la compañía aseguradora “se hizo cargo de los gastos correspondientes”.
Empero, Leydi explicó que la atención médica la ha dado el IMSS porque ella laboraba como almacenista en una maquiladora y es derechohabiente.
También la familia de ella ha tenido que pagar varios gastos derivados del accidente, como el collarín, pañales, gasas y el traslado de sus padres a Ciudad Juárez, para cuidarla y atender a sus hijos, así como la alimentación de su papá, quien la acompaña en el Hospital de Torreón, entre otras facturas.

Familia a la deriva, no han podido presentar la denuncia
Aunado a eso, su situación económica es complicada, al no poder trabajar y tener a su cargo a tres hijos de 18, 16 y 10 años, estudiantes.
Leydi recuerda que un agente del MP acudió al Hospital 66, pero solo habló con ella, no tomó la denuncia. Horas después, una prima de Leydi Olivia se presentó en las instalaciones de la Fiscalía estatal con la intención de querellarse, pero le dijeron que el derecho estaba reservado para familiares directos o para la víctima.
“No se me hace justo que ande libre y uno acá batallando con todo, económica, físicamente. Mi papá no duerme, aquí me está cuidando, mi mamá cuidando a mis hijos, llevándolos a la escuela y hay mucha gente que se queda así sin hacer nada”, reclamó la víctima.
Leydi sufre por el accidente de Josselyn Areli
Leydi se enteró del accidente vial presuntamente ocasionado por otro chofer de transporte público, que causó la muerte de la adolescente Josselyn Areli V.P., la semana pasada en la colonia Plutarco Elías Calles.
Ese hecho la indigna, por la vulnerabilidad de la víctima y porque parece que nadie hace algo para cambiar la impunidad y la forma en que conducen los operadores del transporte público.

“Acaba de pasar otro accidente hace unos días, acaban de matar a una niña de 15 años y miré que no han podido hacer nada”, expresó.
Del primero de enero al 12 de marzo de 2025, se han registrado 69 accidentes viales en los que se han visto involucrados operadores del transporte público, indican datos de la Coordinación de Seguridad Vial.
En casi siete de cada 10, los choferes de las unidades fueron los responsables.
En estos accidentes, 91 personas han sufrido lesiones y dos fallecieron. Además, otras 22 resultaron afectadas.
Durante el 2024, los operadores estuvieron relacionados con 469 incidentes automovilísticos. También en casi siete de cada 10, ellos fueron los que provocaron los choques y atropellos.
En ese año se contabilizaron 412 personas lesionadas, 13 fallecidas y 148 afectados.
En ambos ciclos, algunos de los operadores se encontraban ebrios al momento de los hechos.
