Primero se arremolinaban en la Puerta 36, pero se las cerraron. Hoy la esperanza de entrar a Estados Unidos la tienen en la Puerta 40, aunque ya está rodeada de una malla ciclónica que les impide acercarse. A cuentagotas han entrado por ese punto con un flujo controlado, aunque de acuerdo a las autoridades estadounidenses, las personas migrantes sin base legal para permanecer en Estados Unidos, son sujetas de expulsión acelerada, con prohibición de reingreso por cinco años.
Grupos de migrantes, principalmente de Venezuela, permanecen en las inmediaciones de la Puerta 40, pero ya del lado estadounidense del río. No ingresan a Estados Unidos. Tampoco regresan a territorio mexicano en Ciudad Juárez.