Las imperfecciones como el acné suelen ligarse a la época de la adolescencia, pero por muy limpio que tengas tu cutis siempre pueden regresar.
Algunos factores que influyen son la mala higiene, el estrés, la menstruación, tener una piel muy grasa o seca, el exceso de maquillaje que no deja respirar los poros, no tomar suficiente agua y una mala alimentación.
Las mascarillas faciales son grandes aliadas para combatirlo; ¡toma nota!

Mascarilla de pepino
El pepino es sumamente hidratante al estar compuesto en su 95 por ciento por agua, por lo que además resultará refrescante para tu piel y tiene el poder de desinflamar.
Cómo hacerla: consigue un pepino mediano y córtalo en rodajas. En la licuadora mezcla el pepino con un yogurt natural de 150 gramos y dos cucharaditas de miel natural (no maple). Una vez que se haga pastosa aplícala y deja reposar por 30 minutos. Repite tres veces por semana.
Esta mascarilla es apta para todo tipo de piel.
Mascarilla de yogurt con avena
El yogurt natural actúa como limpiador natural y tiene propiedades antibacteriales, además de que algunos contienen probióticos por lo que mejoran las condiciones de la piel.
Cómo hacerla: consigue un yogurt natural en presentación individual. En un tazón mézclalo con dos cucharadas de avena y dos de miel. Revuélvelas perfectamente hasta quedar uniforme y la pasta que se haga úntala. Deja reposar por 30 minutos y enjuaga perfectamente con agua tibia. Posteriormente agrega una crema humectante que no sea grasosa.
No es apta para pieles resecas.
Mascarilla de sábila con miel
Ambos ingredientes son los mejores amigos de tu piel. El aloe vera es un potentísimo desinflamatorio y nada agresivo con tu piel, mientras que la miel es un potente limpiador y antibacterial natural por lo que si juntas el poder de ambos resulta una muy potente mascarilla.
Cómo hacerla: aunque no es 100 por ciento natural es más sencillo si compras un gel de aloe vera que si tienes una planta en casa. Así que con un algodón pequeño unta sábila directo en el granito que quieras desinflamar y posteriormente aplica la miel en todo el rostro como si lo sellaras.
Deja actuar por 15 minutos y retira con agua tibia. Si tienes la piel grasa únicamente aplica el aloe vera sin la miel. Posteriormente usa una crema humectante no grasosa.