Las actividades extraescolares refuerzan y complementan el desarrollo integral de los niños. Estas son clave para que tengan una educación completa; toma nota de cuáles son las que les ayudan a su aprendizaje teórico y práctico.
Deportes: Son saludables para los niños y los ayudan en su desarrollo psicomotor, además: les enseñan a relacionarse, seguir reglas, trabajar en equipo, reconocer su esfuerzo personal, a superarse y trazar metas. Futbol, karate, basquetbol, atletismo y gimnasia son algunos de ellos.
Innovación y tecnología: Imaginar un mundo sin la parte tecnológica en estos días es casi imposible. Talleres de robótica o programación informática tienen muchas ventajas como ayudarlos al desarrollo de su pensamiento analítico, lógico, inductivo y deductivo; fomentarás su creatividad y destrezas científicas.
Pensamiento: El ajedrez y los talleres de lectura son actividades que aceleran el pensamiento y se relacionan con las funciones cerebrales. El primero los ayuda a controlar impulsos emocionales y cognitivos, a organizar ideas, concentrarse y tomar decisiones; el segundo, a estimular su sentido del juicio, su análisis crítico, mejora sus capacidades expresivas, su creatividad y ortografía.
Expresión musical: Su principal ventaja es que mejora la habilidad comunicativa, esencial para cualquier etapa del crecimiento. La música les da seguridad emocional, confianza, coordinación, concentración y más. Clases de danza o de algún instrumento como guitarra, bajo, batería, flauta, piano o violín son perfectas.
Manuales: Las artes plásticas, el dibujo, las manualidades e incluso un taller de cocina, estimularán sus dos hemisferios cerebrales, aprenderán a ser libres, a mejorar sus sentidos, su coordinación motora y ocular, entre otros aspectos.
Responsabilidad social: Si tus niños se inscriben a una actividad voluntaria, aprenderán a solucionar problemas, valorar lo que tienen, organizar, planear actividades, manejar tiempos, ser responsables y a pensar en los demás y en su entorno. Por ejemplo, el reciclaje.
