Ignacio Manuel Altamirano (Tixtla, Guerrero, 1834-San Remo, Italia, 1893) fue un narrador, poeta, ensayista, político e intelectual mexicano decisivo del siglo XIX mexicano. Con su revista El Renacimiento marcó la pauta de las publicaciones periódicas posteriores, sus novelas muestran su ideario nacionalista, el cual impulsaría desde todos los frentes. Altamirano pertenecía una familia indígena chontal y aprendió el español en la juventud, después aprendería otras lenguas como el alemán y el italiano. Algunas de sus obras más representativas son Clemencia (1868), Navidad en las montañas (1871) y El Zarco (novela póstuma publicada en 1901).
Justamente les hablaré hoy de esta última novela. La obra lleva el título de un bandolero famoso que asolaba junto a otros compinches la Tierra Caliente, los conocían con el nombre de “plateados”, debido a que su sombrero, su ropa y hasta sus caballos los llevaban adornados con plata, es decir, lo ostentoso que a veces nos resultan los delincuentes de nuestra época, sólo que han cambiado los caballos por las camionetas. A este bandolero le llaman “El Zarco” porque es blanco, rubio y de ojos azules.
El Zarco enamora a Manuela, la mujer más bella del pueblo y le pide que le guarde parte de los botines que obtiene de los asaltos en los caminos o en las haciendas que no quieren pagar la cuota (extorsión) para que los dejen en paz. Incluso en algún momento matan a un grupo de extranjeros y un alhajero que llevaban queda salpicado con sangre, lo que mira Manuela cuando guarda la prenda.
En un pueblo cercano vive Nicolás, un herrero trabajador, valiente y atento, quien visita con frecuencia la hacienda de Antonia, madre de Manuela, mujer que ve con buenos a este posible yerno, pero la verdad es que no puede competir en presencia y galanura contra el malhechor.
Durante la lectura el lector se entera de este contexto que se vivía en México durante los años de 1861-1862, después de la Guerra de Reforma y antes de la Intervención Francesa y que tenían al país sumido en una serie de problemas de inseguridad como en estos momentos, en que muchos grupos criminales dominan algunas regiones de nuestro país. En la novela la solución contra los plateados surge por el dolor provocado a un ranchero (Martín Sánchez Chagollán) que busca justicia por su propia mano y empeña su dinero para ir contra los bandidos que no podía o no quería combatir el gobierno y es quien hace un cambio en la región. Es una buena novela que invita en estos tiempos a la reflexión.
* Los comentarios del autor son responsabilidad suya y no necesariamente reflejan la visión del medio.
