La Semilla del Amor, es una legendaria agrupación de rock mexicano, orgullosamente juarense, que vio sus orígenes a finales de los 60 y principios de los 70 y, curiosamente, no tienen una producción discográfica.
Su historia ha trascendido por décadas por ser (aunque parezca redundante), semillero de músicos y bandas que no solamente han forman parte del plano histórico rocanrolero de México, sino que también se han convertido en leyendas; tal es el caso del desaparecido guitarrista juarense Salvador Muñoz “El Tata”.
La Semilla del Amor la formó originalmente Eduardo Tejedo, junto a él un grupo de amigos, entre los que se encontraban Eleazar Sánchez en la batería; Sergio Negrete, en los teclados; Mayita Campos, en la voz; y Octavio “El Sopas”, en el sax; ellos le dieron forma al proyecto.
La banda tocaba blues en castellano, con temas originales compuestos por ellos mismos.
Cabe hacer mención que otros músicos de rock militaron en la banda, pero únicamente en lapsos muy cortos, en algunos casos solamente meses y, aunque afirman ser de los fundadores, no fue así, los iniciadores de esta fascinante aventura rocanrolera son quienes a continuación cuentan su historia, dos de sus protagonistas originales Eleazar Sánchez y Sergio Negrete, y son ellos quienes preparan su primer disco, tras 50 años de rodar y rodar.
De Juárez y la capital, fue su origen
Norte Digital (ND): ¿Realmente hace cuánto se formó La Semilla del Amor?
Eleazar Sánchez (ES): Originalmente se formó a principio de los 70, hace ya 53 años, tuve una separación de 7 años y volví aquí en Juárez con Sergio (Negrete).
Sergio Negrete (SN): Yo nací aquí en Juárez, en aquel tiempo me fui para la capital a tocar con algunos grupos, entonces conocí a Eleazar, formamos la idea de crear un grupo y conocimos a Gagarin quien también estuvo con nosotros.
Había unas comunidades jipis en la capital, vivíamos en ella y de ahí surgió la idea de formar un grupo.
ND: Tengo entendido que comenzaron cantando en español y música original.
SN: Sí, en nuestra música y letras hablamos de las comunidades donde estábamos, de ondas distintas a lo que se estaba haciendo, todo en español.
ES: Sí, De la capital éramos Gagarin y yo; Sergio se lanzó de regreso a Juárez a reclutar a alguien más entre los amigos de él, entre ellos “El Tata” Salvador Muñoz, José Luis, “Chencha” y Toño Cárdenas, básicamente los que formaban la banda La Mafia.
Sergio les contó maravillas de la capital y de la sierra Mazateca y sus “bondades mágicas” que daba su tierra, se dejaron ir y ahí se formó la primera Semilla, con partes de allá y de acá.
ND: Podría decirse que iniciaron en la capital, pero ¿cuándo llegaron a Juárez?
ES: Empezamos allá porque había que tocar donde hubiera chance, esa época fue medio complicada, pero le dábamos donde hubiera tocadas; en prepas, en las islas de la UNAM y en las famosas “tocadas”, que no eran otra cosa que fiestas en casas en la colonia Roma, Anzures, así anduvimos un buen rato.
Cabe señalar que en aquellos tiempos las bandas que estaban en el circuito pues cantaban en inglés y La Semilla lo hacía en español y con un mensaje positivo, eso nos ayudó bastante.
Con el tiempo hicimos un poquito de nombre y decidimos venir a Juaritos.
Por Javier Bátiz no pudieron cristalizar su sueño de grabar su primer disco
ND: ¿Y la producción del disco que se quedó en el limbo?
SN: Exactamente, antes de venirnos para acá nos escuchó un productor, Germán Pérez Salas, de Producciones Atom (¿si entiendes cómo se llamaba la productora? Mota… Atom), sus oficinas estaban en la Zona Rosa, allá por Chapultepec y nos llevó para allá para grabar el disco.
Estuvimos en una casa de tres pisos, ahí mismo grabamos un disco, pero finalmente no salió, tronó la compañía y se quedó enlatado; lo grabamos con todos los músicos de Juárez que llevamos y nosotros.
ND: Entonces ¿qué sucedió con el disco?
ES; Nunca salió, nos dieron nada más una copia, estábamos bien tontos, en plena “pubertud” y pues ya verás; no supimos hacer bien las cosas, como que nos dieran el master y buscar otros horizontes.
Nada más nos dieron un caset para que escucháramos lo que estábamos haciendo fue todo lo que se rescató y en el tiempo se perdió.
La bronca fue también porque en ese momento Germán y su socio estaban grabando a Javier Bátiz con su rola “It’s coming home”; le metieron toda la candela a la producción y salió su disco; pero el nuestro no.
ND: Por eso se juntaron nuevamente ¿para grabar el disco “perdido”?
ES: Efectivamente, es lo que estamos intentando hacer tocando lo más apegados a lo que era ese tiempo el sonido de la Semilla.
La leyenda del El Tata se originó con La Semilla del Amor
ND: De los originales ¿quiénes participan?
SN: Eduardo Tejedo que era el bajista y guitarrista original, Eleazar y yo, nada más, por desgracia El Tata ya falleció.
ND: ¿El Tata inició con ustedes?
SN: Sí, cuando me fui a la capital y después regresé a Juárez, lo invité y se fue al DF conmigo y cuando tronó la compañía discográfica se retachó; entonces nosotros nos volvimos a armar con Mayita Campos y el “Sopas”.
Muchas bandas de aquél entonces como Peace & Love, Dug Dugs, no llegaron a la capital tocando su música, se fusilaron a bandas como Chicago, Ides of March; recuerdo que los Dug Dugs tocaban puros Beatles, en verdad, cerrabas los ojos y escuchabas las rolas idénticas.
Nosotros estábamos más revolucionados, contábamos con sax, clarinete y flauta transversal; era algo así como más rock progresivo y tocábamos puras cosas originales.
SN: Cuando volvimos a conformar a La Semilla con esta nueva agrupación el Tata regresó a la capital y estuvo tocando otra vez con nosotros, anduvimos en gira juntos, en Veracruz, Jalapa y en un resto de tocadas en la capital.
Llegan a Juárez
SN: Todo iba bien hasta que me robaron todo mi equipo, mis teclados mi órgano, todo; entonces decidimos venirnos ya para Juárez, pero ya como cuarteto, hacer unas tocadas y de lo que sacáramos pasarnos al otro lado y comprar equipo, Gagarin se vino como bajista, Eleazar como baterista, yo en el teclado y el Tata en la guitarra.
Estuvimos un par de años acá, hicimos un resto de tocadas, invitábamos a grupos de El Paso.
ES: A mediados de los 70, acá en Juárez era un imperio de bandas que tocaban puro rock gabacho, entones llega La Semilla con los pelos hasta acá (señala la cintura), huaraches, jorongos y con rolas que abordaban lo místico, de cambio espiritual.
Entonces la gente nos veía y nos escuchaba y decían “están locos estos”, pero sí impactamos; hicimos un nombre muy bonito aquí en Juárez.
ND: Posterior a esta segunda reunión La Semilla tuvo un impase ¿qué sucedió con los miembros?
ES: Nos retachamos a la capital del país, Sergio entró con Náhuatl y yo con México 13 y luego La Máquina del Sonido, de Armando Molina.
Sergio fue más estable, yo fui más inquieto, pasé por Árbol, Tlatelolco Rock Simphony de Paco Gruexxo y ¡Viva México!
SN: Después de estar con Náhuatl me fui con Eleazar a La Máquina del Sonido.
Cuando estábamos de gira en Culiacán me vine para Juárez y estaba dudando si rehacía a La Semilla de nuevo o grabar un disco de solista que me habían propuesto, invité a Eleazar, pero andaba en Argentina ¡con Armando Manzanero! ¡Imagínate!
ES: ¡Pues cómo negarme! Por primera vez como músico comí tres veces al día y me hospedaba en hoteles 5 estrellas, boletos de avión, terminabas el show y te pedían autógrafos, ya era rock star (risas).
SN: Entonces decidí re formar la banda, fue en 1976, cabe señalar que El Tata y no jaló, ya andaba más clavado con la onda de Revolution.
Fueron seis meses de estar ensayando y de repente nos invitaron a tocar en El Chamizal como La Semilla y les hablé con la verdad, solamente teníamos seis rolas puestas, no les importó; llegamos las tocamos ¡y la gente pedía otra! Pues total que repetimos tres el set igualito al primero, con las mismas canciones (risas).
La primera banda de rock mexicana en pintarse la cara
SN: Sí nos iba bien, pero la música disco estaba en todo su apogeo y llegaron los dj’s, de todos lados donde íbamos a audicionar nos bateaban.
Entonces se nos ocurrió imitar a Kiss que estaba muy fuerte en ese entonces y nos maquillamos la cara, nos quedó al pelo y regresamos otra vez a El Chamizal y se puso “así” de raza, de ahí nos llevaron a la Expo Juárez donde tocamos cada año que se presentó.
ND: En esta nueva formación, ¿cuánto tiempo estuvo con ustedes Valentino California?
ES: Valentino estuvo en la versión 76, 77; cuando estábamos en nuestra versión con la cara pintarrajeada.
Vale la pena señalar que él no es La semilla del Amor como lo anda pregonando en la ciudad de México cuando las viejas glorias del rock como Náhuatl, Dug Dug’s, Pace and Love y El Ritual se juntan en algún evento, él va y con ese argumento “se cuela”; Valentino fue uno más, así de fácil.
En 1977 regresamos a la capital a una gira y ahora sí nos presentaron como La Semilla del Amor, de Ciudad Juárez.
Ya estábamos en el top de la cartelera junto con Three Souls In My Mind, Náhuatl, Bátiz y todos ellos; nos fue super bien.
Luego de que casi volvemos a tener la oportunidad de grabar un disco con Orfeón (que a la mera hora no se hizo porque dos de los miembros tenían proyectos para llevar a cabo), nos regresamos a Juárez para poner un estudio de grabación, pero cuando estábamos juntando la lana algunos se echaron para atrás y ya no se armó.
ND: ¿Entonces regresaste tú, Eleazar?
ES: Vengo de Estados Unidos a visitarlos y que me dicen “ya quédate acá” y pues ¡me quedé hasta la fecha!, ahí hicimos La Semilla del ’77.
Una anécdota que tengo es que me inventé mi maquillaje, hasta eso, quedó padre; pero como era muy activo tras la bataca pues sudaba un resto, en cada concierto acababa irritadísimo de los ojos, fue una época padre, pero dolorosa.
Vino otra etapa muy padre, íbamos a México y éramos todo un éxito, lugar donde tocábamos, se llenaba con banda bien prendida.
Regresan al estudio de grabación ahora sí, para lanzar el esperado trabajo discográfico
ND: Y entonces ya van a grabar por fin el disco
ES: Sí, teníamos algunos años proyectándolo, pero ya está por finalizarse el trabajo, Sergio se fue a vivir a Guadalajara hace ya 30 años y viene para acá en temporadas para darle a los temas.
SN: Nos pusimos las pilas cuando leyendo una página de Facebook que se llama “Leyendas del Rock de Ciudad Juárez” que cuándo por fin íbamos a grabar el disco.
Pensando cómo le íbamos a hacer, Juan Castillo amigo nuestro de acá antes de la pandemia nos dijo que lo grabáramos en su estudio, y aceptamos.
ES: Pero por una cosa o por otra, ahora la pandemia, nos hizo retrasar otra vez la producción y luego me operaron ¡y también a Sergio!
SN: Sí, pero ya estamos con todo.
ND: ¿Cuándo aparecerá el disco?
SN: Pensamos que ya por fin estará para diciembre.
ES: De las 10 rolas que grabamos en los 70 en Atom llevamos ya siete que solamente les falta ponerle las voces y las guitarras que está grabando desde México, Gagarin.
ES: Pero ya, después de 50 años, por fin verá la luz nuestro primer disco ¡y único!
SN: Eso esperamos…
No pierdan su ciudad otra vez: JRZ Music Fest
Varios grupos como Fobia, Resorte y The Wookies reconocen esfuerzo de juarenses para recuperar la paz de la ciudad; el festival ya es comparado con los mejores del país
Por El Puk
Más allá del rock
El músico juarense Erick Frías y el ex guitarrista de Maná y Jaguares, César López, mejor conocido como "El Vampiro", hablan de un gran experimento que verá la luz este verano
Por Uriel Ornelas / Antonio Flores Schroeder
Muere pilar del rock tex mex
Everardo Mujica Sánchez, mejor conocido como Lalo Tex, voz, guitarra y líder de la agrupación Tex Tex murió la madrugada de este lunes
Por Redacción