Julio César Chávez Carrasco, conocido como “El Junior”, ya no sube al ring para disputar campeonatos, sino que enfrenta a la justicia mexicana desde una celda de tres metros en un penal federal de máxima seguridad, en Hermosillo.
El hijo del legendario campeón fue deportado el lunes 18 de agosto desde Estados Unidos y entregado en la garita Dennis DeConcini, en Nogales, Sonora. A las 11:53 horas, agentes de la Policía Federal Ministerial ejecutaron la orden de aprehensión vigente desde 2023 y lo trasladaron al Cefereso 11, en Hermosillo, Sonora.
El exboxeador fue detenido el pasado 2 de julio en Studio City, California, por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), bajo cargos de residencia ilegal y señalado como “amenaza para la seguridad pública”.
Al llegar a México, fue puesto de inmediato a disposición de un juez federal.
La Fiscalía General de la República lo acusa de delincuencia organizada y tráfico de armas, municiones y explosivos, investigación que se remonta a 2019. De ser declarado culpable, podría recibir una condena de hasta 20 años de prisión, informan medios de circulación nacional.
Este día, durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó la deportación: “Entiendo que fue deportado, nos informaron que iba a llegar a México”, señaló al ser cuestionada sobre el caso.
El Cefereso 11, es un penal federal equipado con sistemas de videovigilancia, bloqueadores de señal y estrictos protocolos de aislamiento.
En medio del escándalo, su padre, Julio César Chávez, rompió el silencio para defenderlo: “Confiamos plenamente en su inocencia… creemos firmemente que el camino adecuado es permitir que las autoridades competentes lleven a cabo su labor sin presiones externas ni especulaciones”.