El reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al 17 de septiembre indica que la presa La Boquilla está al 78.7 por ciento de su capacidad de almacenamiento, con un total de 2 mil 243.20 millones de metros cúbicos (mm3) de agua.
Esta situación no representa un peligro de inundación ni pone en riesgo a otras presas, ya que está muy lejos de llegar al 100 por ciento de su capacidad, estimó Mario Mata Carrasco, presidente de la Junta Central de Agua y Saneamiento, la JCAS.
Sin embargo, la Conagua sí contempla desfogar la que es la presa más grande del estado, al considerar que está cerca de representar un riesgo por tener casi un 80 por ciento de almacenamiento.
A ese respecto, Mata Carrasco, quien integrara la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento en la Cámara de Diputados, dijo que no es necesario sacar agua de La Boquilla.
“Harían falta unos 100 días de lluvia intensa para que se llene, y eso no va a suceder porque ya pasó la temporada”, comentó.
Enfático, señaló que, hasta este momento, no existe riesgo de desbordamiento, pero habrá que esperar a que concluya el ciclo de lluvias y ver los efectos algún huracán.
Presas, al 87% de su capacidad
Al corte del 17 de septiembre, Chihuahua tiene retenidas en sus diez presas un total de 3 mil 352.52 mm3, cantidad que equivale al 87 por ciento de la capacidad de almacenamiento.
Según el reporte de la Conagua, seis de las 10 presas del estado están al 100 o más por ciento de su capacidad y, de estas, cuatro están vertiendo líquido por tener agua almacenada por encima de su capacidad.
Las presas Abraham González, en Guerrero; Chihuahua y Rejón, en Chihuahua; El Rejón, en Aldama; Las Lajas, en Buenaventura; Las Vírgenes, en Rosales y Pico del Águila, en Coronado, están al 100 o más de su capacidad.
La presa que tiene el mayor derrame de agua es El Granero, ubicada en el municipio de Aldama, 451.1 mm3 que representan el 158.62 por ciento de su capacidad.
A acerca de esa presa, Mario Mata comentó que no representa un peligro de inundación para las ciudades vecinas –particularmente, Ojinaga– a menos que también se desbordara La Boquilla.
En ese sentido, destacó el trabajo coordinado que se ha realizado con la Conagua para reforzar pozos y acordar los desfogues de agua en las presas.
“La prioridad es salvaguardar la vida de las personas”, enfatizó.
Colapso de drenajes
Acerca de la lluvia en zonas urbanas, informó que en Ciudad Delicias sí hubo una sobrecarga del drenaje sanitario, lo que provocó su saturación y salida de aguas negras.
Esto, debido a que esa ciudad no cuenta con un drenaje pluvial, por lo que llenó la capacidad del drenaje.
En cuanto a Juárez, dijo que el daño fue menor, pero este fue causado porque los colectores ya son viejos y cumplieron su vida útil. Sin embargo, el Gobierno del Estado ya tiene en marcha la construcción de un nuevo sistema de colectores y de presas recolectoras para que las aguas de las lluvias no causen sobresaturación y se canalicen a los sistemas de riego.
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