La atrofia de la movilidad en Juárez: Más autos, más choques, menos salidas
Los accidentes viales se disparan en Ciudad Juárez: más de 6 mil al año, con 259 muertes en tres años
Víctimas quedan varadas en un infierno burocrático que va del asfalto al corralón, sin diagnóstico ni justicia
Raúl Flores / Contexto | 27 agosto, 2025
En los 25 años que Roberto lleva manejando en las calles de Ciudad Juárez, nunca había sufrido un accidente de tránsito. Cuenta que eso cambió el año pasado durante una madrugada de octubre.
Recuerda que era alrededor de la una y media de la mañana cuando se dirigía de regreso a su casa en La Cuesta, después de dejar a una amiga cerca de Plaza Las Torres.
Dice que durante ese trayecto fue detenido en dos ocasiones por agentes de Tránsito, antes y después de haber dejado a su amiga. No fue multado en ninguna de las dos ocasiones, pero como considera que la tercera siempre suele ser la vencida, siguió su recorrido a una velocidad moderada y con bastante precaución.
Pero eso no lo libró del impacto que recibió de otro auto en circulación. Su caso fue uno de los 6 mil 418 percances viales registrados durante el año pasado, que cerró con un aumento del 65 por ciento con relación al 2022.
En los últimos tres años, las calles de la ciudad fueron escenario de 16 mil 423 accidentes viales, que dejaron 259 decesos. Hasta el 12 de mayo del 2025, ya sumaban 2 mil 214 percances con 22 personas fallecidas, de acuerdo con cifras de la Coordinación General de Seguridad Vial del municipio.
Los números alcanzados son preocupantes, dice Fernando Ruvalcaba, un abogado que trabajó como perito criminalista en la Fiscalía General del Estado Zona Norte y después como subdirector de Seguridad Vial, y que representa varios casos de personas involucradas en accidentes.
La situación pone a prueba la capacidad de respuesta de las fuerzas viales de la corporación, que a diario suman unos 210 agentes en la calle, distribuidos en tres turnos, para vigilancia del tráfico vehicular en una ciudad en expansión. Circunstancia que dilata la atención y la solución de sus casos, incluso cuando llegan hasta la Fiscalía de Chihuahua, por lo que los automovilistas involucrados en choques cada vez más optan por acuerdos extrajudiciales.
César Alberto Tapia Martínez, el entonces coordinador de Seguridad Vial, atribuyó la proliferación de accidentes al incremento de vehículos en circulación. Ese fenómeno, dijo, está emparejado a la creciente cantidad de vehículos que transitan en la ciudad.
“Juárez se mueve de una forma impresionante, y sé que hay gran, gran riesgo de tener accidentes”, afirmó el funcionario municipal.
Aseguró que la corporación que encabezó se enfoca en reducir el número de decesos causados por accidentes de tráfico, los cuales disminuyeron de 94 a 80 en el último año.
La razón contra normatividad
Los acuerdos entre los involucrados en los accidentes viales no siempre llegan a buen término, debido a que la mayoría de los ciudadanos no conocen el reglamento de Vialidad, y asumen erróneamente que ellos tienen la razón, advierte Ruvalcaba.
Al menos un 15 por ciento de los hechos viales en la ciudad se resuelve en el mismo lugar donde ocurrieron, dice Arlin Vargas, vocera de Seguridad Vial.
Hay una manera sencilla y rápida de conciliar un accidente de tráfico y hay una manera larga y complicada, explica Ruvalcaba, exsubdirector de la Coordinación de Seguridad Vial.
La manera ideal generalmente comienza con la “civilidad” de ambos conductores involucrados en el accidente, pero también tiene mucho que ver con la aseguranza de los vehículos
Sin seguro, “ya vas perdiendo”, advierte el licenciado. Sin embargo, aún sigue existiendo la posibilidad de llegar a un acuerdo extraoficial, cuando alguno de los conductores acepta la culpabilidad para llegar a un acuerdo de compensación.
En caso de no llegar a un acuerdo, el siguiente paso sería llamar al 911 para solicitar la presencia de un oficial y comenzar el proceso, que suele ser complicado. Esto incluye desde el tiempo de espera para que llegue una patrulla –el cual, según estimó Ruvalcaba, actualmente es de una a dos horas– hasta que el oficial escuche ambas versiones y determine al culpable en el mismo sitio.
Nuevamente, aquí se presenta una oportunidad de concluir el caso: si la persona que fue señalada como culpable por el oficial admite su responsabilidad, incluso puede pagar los daños ahí mismo, con base en una estimación, y retirarse a su casa.
Rara vez es así de sencillo. La mayoría de los ciudadanos no conocen el reglamento de Vialidad y asumen erróneamente que tienen la razón, según Ruvalcaba.
¿Una larga espera?
El tiempo que le toma a un oficial de Tránsito atender un accidente en el lugar del hecho varía desde los cinco minutos hasta una hora, o incluso más, dependiendo del tipo de hecho vial, afectaciones, lesiones y decesos, de acuerdo con datos proporcionados por Vialidad.
Si los dos involucrados aún no concuerdan con el veredicto del oficial, serían trasladados a las oficinas de la Coordinación de Seguridad Vial para que un perito evalúe el caso. Sin embargo, Ruvalcaba resalta que el perito siempre va a tener una capacidad limitada de decidir, ya que trabaja con base en el reporte que hizo el primer respondiente.
“Lo ideal es que el perito fuera al lugar de los hechos, pero como son muy pocos, pues obviamente no tienen la capacidad de acudir al lugar de los hechos, salvo algunos casos en los que hay muertes imprudenciales”, comenta.
Actualmente, Seguridad Vial cuenta con 17 peritos para atender todos los casos de accidentes de tráfico que no se resuelven inmediatamente en las calles de Ciudad Juárez, dijo César Tapia, exdirector de la corporación.
Cuando los conductores aún no están satisfechos con el peritaje hecho en las oficinas de la Coordinación de Vialidad, su caso es canalizado a la Fiscalía, donde ambos serán retenidos por 48 horas, explica el funcionario.
Aunque el abogado Ruvalcaba señala que esas 48 horas terminan por extenderse “ante el gran cúmulo de trabajo”.
Se extiende una cadena de acciones y requisitos en la que los agentes del Ministerio Público solicitan desde los exámenes médicos realizados por un legista hasta la retención de ambos vehículos en el “corralón”.
“No es un proceso sencillo, no es un proceso fácil ni para la víctima ni para el imputado, y puede llegar a ser tardado, algo que pudimos haber resuelto en el mismo lugar de los hechos”, dice.
Los casos que terminan por consignarse a la Fiscalía ya no están en manos de Seguridad Vial, justificó Tapia. Aunque asegura que en la mayoría de los casos, los peritos de la Fiscalía coinciden con el peritaje hecho en la Coordinación de Seguridad Vial.
Del choque a la burocracia
Pero en el caso de Roberto, no hubo oportunidad de resolver el caso en el lugar de los hechos. Él fue trasladado a un hospital esa misma noche debido a la inflamación de una herida.
Sin saber lo que estaba ocurriendo, su vehículo fue llevado al “corralón” y su caso consignado a la Fiscalía.
Pasaron aproximadamente 40 minutos en el hospital cuando un oficial llegó con Roberto a informarle que tanto él como la mujer estaban detenidos, dándole la opción de servir las 48 horas requeridas ahí mismo o en la Fiscalía.
Él decidió darse de alta en ese momento y ser llevado a la Fiscalía con la sospecha de que, aun cumpliendo las horas requeridas en el hospital, lo terminarían llevando.
Nunca recibió atención médica ni le dieron un diagnóstico sobre su golpe. El dolor permaneció por un mes, y hasta la fecha aún experimenta secuelas de dolor, dice.
Roberto comenzó a notar inconsistencias con la versión del accidente cuando leyó el reporte, en donde el oficial “volteó” la historia, describiendo que a él lo pusieron como la persona que conducía por la calle Granjero, es decir, el responsable del impacto.
La mañana que fue a la Fiscalía para dar seguimiento a su caso, le informaron que debía ir en la tarde, cuando estuviera la persona que llevaba su caso. Pero al regresar en la tarde, le dijeron ahora que tenía que esperar a recibir un citatorio.
“Fui como unas dos, tres veces y siempre me decían lo mismo, que yo tenía que esperar a que me llegara el citatorio”, dijo. “Y hasta la fecha, pues no, no me ha llegado nada, ya tiene el carro ahí más de seis meses”.
A la fecha nadie se ha comunicado con él, y la última vez que fue a la Fiscalía a preguntar sobre su caso fue en febrero, ya que tiene que pedir permiso en el trabajo para ir.
Medio año sin su vehículo ha significado muchos viajes en camión y depender de servicios como Uber y Didi para Roberto.
Su caso está lleno de incertidumbre y frustración. Escuchó de una conocida, que es licenciada, que estos casos pueden tardar hasta dos años.
“Cómo voy a pagar por algo que yo no tuve la culpa”, dijo. “Aunque no quiera, voy a tener que agarrar a un abogado para que me ayude con el caso”.
Como él, hay muchos juarenses que están atravesando la larga cadena burocrática que conlleva un accidente de tráfico.
Los accidentes en números
En los últimos tres años, el número de accidentes que se reportan en la ciudad se fueron al alza, así lo exhiben los datos oficiales.
Mientras que en el 2022 se reportaron 3 mil 889 accidentes en el municipio, la cifra incrementó un alarmante 57 por ciento al pasar a 6 mil 116 accidentes en el 2023, de acuerdo con datos de la Radiografía Socioeconómica del Municipio de Juárez 2024, publicada por el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP).
Entre esos años también hubo un incremento del 10 por ciento en los decesos –de 85 registrados en el 2022 a 94 en el 2023–, según la Coordinación de Seguridad Vial.
En el 2024, la Coordinación registró un total de 6 mil 418 accidentes de tráfico con 80 decesos. En lo que va de este año, se han registrado 2 mil 214 accidentes y 22 decesos.
Entre las razones que se mencionan como las causantes de esa tendencia, está el incremento en la cantidad de unidades en circulación, que al cierre del 2024, ascendió a 752 mil 696 vehículos con placas, miles más andan irregulares o chuecos.
Esa cantidad contrasta con un millón 565 mil 723 habitantes en el municipio, es decir, un promedio de un vehículo por cada dos personas, según la Radiografía Socioeconómica del IMIP.
Esto posiciona a Ciudad Juárez como el municipio con mayor cantidad de vehículos en circulación en el estado, superando incluso a la ciudad de Chihuahua por cerca de 112 mil vehículos.
Esos números de accidentes y de vehículos en circulación representan un reto para las autoridades viales que responden con unos 210 agentes en las calles, pero distribuidos en tres turnos.
De acuerdo con Seguridad Vial, cerca de 80 oficiales de tránsito están designados para el turno matutino y otros 80, en el vespertino. Durante las noches hay aproximadamente 50 oficiales en toda la ciudad. Todos tienen jornadas de 8 horas y todos tienen que atender accidentes de tráfico de ser necesario.
Otras de las razones más comunes por las que suceden accidentes de tráfico en Juárez se encuentra el exceso de velocidad, cambiarse de carril sin precaución, choques por alcance, por no mantener la distancia apropiada entre unidades, y que los conductores que se pasan semáforos en luz roja, dice Tapia.
Ese último de los motivos mencionados fue el causante del impacto que recibió Roberto.
Él circulaba por el bulevar Zaragoza y dio vuelta a la derecha hacia la avenida Tecnológico. No pasó mucho tiempo cuando llegó a la intersección de la calle El Granjero, donde un sedán gris se pasó el semáforo en rojo, atravesándose en su camino en cuestión de segundos.
Sin tiempo para maniobrar, Roberto impactó el vehículo de frente sobre el costado izquierdo, el cual fue lanzado con fuerza hasta la parada del JuárezBus, causando daños a la infraestructura pública.
Su vehículo –un Chevrolet Malibu del 2009– sufrió daños en toda la parte frontal, incluyendo la defensa y el cofre.
El sedán gris pasó por encima de la banqueta y quedó atascado entre esta misma y los topes de concreto que delinean el área donde caminan los peatones, cuenta el hombre.
Roberto recuerda haberse bajado, aturdido y adolorido por un impacto que recibió en las costillas, para asegurarse que la otra persona que iba conduciendo estuviera bien. Al acercarse, la mujer que aún estaba dentro del auto le pidió disculpas por el impacto, asegura.
El dolor en sus costillas era “insoportable”, pero no tuvo que llamar a primeros auxilios, ya que un equipo de rescate pasó por el accidente y se regresó a darles atención.
Un oficial de seguridad vial apareció en cuestión de 15 minutos para comenzar el proceso de peritaje. Después de escuchar ambas versiones, en aproximadamente 20 minutos, el oficial determinó que la mujer había tenido la culpa, según Roberto.
Le pareció bastante sencillo, pero en realidad era el comienzo de un proceso con el que tendría que lidiar hasta la fecha.
